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Restauración parcial de 'Mayor Dundee'

El film maldito de un autor maldito

Un artículo de Redacción || 11 / 4 / 2005

A lo largo de este mes se reestrena en varias ciudades norteamericanas, en sesiones especiales que incluirán coloquios sobre el film y su proceso de restauración, Mayor Dundee (1965).

Se trata del tercer largometraje dirigido por Sam Peckinpah (1925-1984), tras Duelo en la Alta Sierra (1962), The Deadly Companions (1961) y numerosos capítulos de westerns televisivos como Gunsmoke o Flecha Rota.

La restauración ha estado a cargo de Sony Pictures, y ha consistido en la adición a la película de doce de los cuarenta y dos minutos cortados para su exhibición original en Nueva York, el 7 de abril de 1965. A fin de poder integrar correctamente los fragmentos, los restauradores compararon las bandas sonoras de la versión mutilada y de la íntegra, hallada en Londres. Fue allí donde, en su momento, el productor de la Columbia Jerry Bresler hizo los cambios previos al estreno.

Bresler también decidió el tono que deseaba para la música instrumental y las canciones del film, que encargó a Daniele Amfitheatrof, Liam Sullivan y Forrest Wood. Los restauradores han sustituido esos temas por otros más sombrios de Christopher Caliendo, y han grabado y re-mezclado el sonido en Dolby Digital 5.1.

Peckinpah, que en la época quiso retirar su nombre de los créditos, consideró siempre la experiencia de Mayor Dundee como “una de las más dolorosas de mi vida”, y afirmaba que la película, antes de las mutilaciones de la productora, era posiblemente “la mejor que había realizado”.

La crítica norteamericana, sin embargo, a la vista de la escasa entidad de la restauración, ha insistido en la irregularidad y la confusión que siguen presidiendo la obra. Algunos, como el columnista de Variety Todd McCarthy, achacan las declaraciones de Peckinpah al afán automitificador que siempre le caracterizó. Otros recuerdan que el director, tan indómito como sus personajes, contribuyó en parte al fiasco que supuso el film. De hecho, Peckinpah fue despedido a la semana de comenzar su siguiente rodaje, El Rey del Juego (Norman Jewison, 1965), y tardaría tres años en poder abordar su obra maestra, Grupo Salvaje (1968).

Debido a ciertas extravagancias durante la batalla de Gettysburg (1863), el mayor Amos Charles Dundee ha sido destinado a Tejas, donde dirige una prisión militar. Cuando los apaches masacran un asentamiento de colonos cercano, y se llevan además a los niños blancos, Dundee volverá a quebrar las reglas. Con la ayuda de sus presos -desertores, ladrones, confederados y soldados de color liberados- seguirá el rastro de los secuestrados hasta Méjico. En el reparto, Charlton Heston, Richard Harris, James Coburn, Mario Adorf, Jim Hutton, Senta Berger, y habituales en la filmografía del director: Ben Johnson, Warren Oates, Slim Pickens, L. Q. Jones y R. G. Armstrong.

Según el ensayista J. Hoberman, Mayor Dundee fue planteada como un vehículo espectacular para Heston. Como John Ford estaba inmerso en El Gran Combate, se le ofreció a Peckinpah, reciente el éxito entre público, crítica y festivales de Duelo en la Alta Sierra. El director aceptó, y redactó un guión definitivo junto a Oscar Saul y Harry Julian Fink Jr., autor del argumento.

En febrero de 1964, dos días antes de comenzar a rodar, un cambio de dirección en Columbia provocó un recorte de un tercio en el presupuesto inicial (de 4,5 a 3 millones de dólares) y de dos semanas en tiempo de rodaje. Peckinpah hizo caso omiso de tales limitaciones, insistiendo en rodar en Méjico e imponiendo en el set sus reglas. Nunca se habían empleado 25 especialistas en un solo rodaje, pero el director los exigió para recrear convincentemente sus famosas escenas de violencia. Su carácter arrogante le impulsó a despedir a quince miembros del equipo, y casi a ser agredido por Heston. El actor, por otra parte, había renunciado a su salario para salvar la cabeza de Peckinpah.

Aun así, la guillotina terminó por caer cuando el director presentó a los ejecutivos de la Columbia un montaje de 164 minutos. Nacía la leyenda de una película que, en cualquier caso, palidece ante logros posteriores de su autor como Perros de Paja (1971), La Huida (1971), Pat Garrett y Billy el Niño (1974), La Cruz de Hierro (1977) y, sobre todo, la citada Grupo Salvaje.











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