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El mercader de Venecia - critica de cine
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El mercader de Venecia

Por una libra de carne

Un artículo de MG || 26 / 9 / 2005

La obra más representada de Shakespeare en todo el mundo, llega con un año de retraso a la cartelera para mostrar la versión adaptada por Michael Radford. El responsable de El cartero y Pablo Neruda, re-escribe y dirige una trama que centrada en el juicio de Shylock (Al Pacino) y Antonio (Jeremy Irons) por una singular deuda, aborda un entramado adicional de temas que forma un clásico y respetable folletín enrevesado.

El litigio entre los dos, se origina en el préstamo usurero que Shylock concede a Antonio. Este necesita dinero para facilitarselo a su amado Bassanio, quien quiere financiar la seducción de una bella y acaudalada Porcia (Lynn Collins). El amor entre Antonio y Bassanio (encarnado por Joseph Fiennes, que repite en adaptación del autor inglés tras Shakespeare in Love) es capaz de hacer que éste admita una extraña condición en el préstamo: si expirado el término acordado para su devolución esta no ha sido reintegrada, Shylock podrá disponer de una libra de carne de aquel, elegida de la parte de su cuerpo que caprichosamente decida.

Esa confrontación, se ve rodeada por el odio y desprecio que se profesan respectivamente los personajes principales, y que proviene del antisemitismo que retrata e impregna la obra. En ella se muestra la situación marginal de los judíos en la Venecia del siglo XVI, limitados a practicar la usura y descritos en la piel de Shylock como enfermos codiciosos que venderían su alma y su dolor por unas monedas. Solo hasta que en su locura, cegado por el orgullo vejado y por la traición de su hija que huye con un cristiano y parte de su riqueza, aquel encuentra otro objetivo: la venganza en una libra de carne que incluya su corazón.

En los aciertos de esta producción se encuentran, por un lado, la ambientación y fotografía que dotada de una cierta pompa clásica al gusto de la super-producción, tiene en sus tonos pictóricos también algo de mesura para darles un aspecto real y no de teatralidad idealizada. Contribuye a ello la labor de fotografía de Benoît Delhomme (Contigo o sin ti de Winterbottom y El Caso Winslow de David Mamet), el diseño de producción de Bruno Rubeo (Pactar con el diablo, Eclipse total) y el diseño de vestuario de Sammy Sheldon (Gladiador, y la serie de Los Cuentos de Canterbury), todos dando un resultado visual entre elegante y creíble.

Después, que aún con su gran reparto no se deja de forma abierta el peso sobre las espaldas de los actores, si no que estos más bien cargan con él cuando les llega el momento. Especialmente bien llevado en el caso de un Al Pacino que fácilmente podría haberse abandonado a los excesos del histrionismo y de su despliegue de exaltación apasionada, y que en lugar de ello muestra odio contenido, determinación silenciosa por llevar a cabo un acto de patológica revancha que sofoque todo lo que lleva dentro, y que en pocas ocasiones muestra en tono altisonante. Siendo el suyo el papel más interesante por su mezcla de odio visceral y racional, de razón y perversión, Jeremy Irons por su parte ha de hacer bien poco para darle réplica con expresividad por la angustia que siente su personaje, y lo hace de tal forma que su apariencia física participa del embrollo en que se ha metido y que le está costando la vida. Igualmente, su amor contradictorio y apasionado hacia Bassanio se muestra en mínimos suficientemente aclaratorios, sin necesidad de usos evidentes en las antípodas la explícita claridad de Almodóvar.

Con una adaptación de textos bastante clara, amoldando y acomodando sus frases sin perder elegancia clásica, sólo el pesar de una larga duración y la necesidad de abordar el conjunto de argumentaciones incluido puede hacer que su densidad canse en sus más de dos horas al público menos paciente. Afortunadamente es la segunda parte de la cinta la que discurre con más intensidad, hastiando en ese tramo sólo el remate de desenlaces para cerrar los varios frentes abiertos.

FICHA TÉCNICA DE EL MERCADER DE VENECIA

Título original: The Merchant of Venice

Fecha de estreno: 23-06-2005

Web oficial: www.sonypictures.com/classics/merchantofvenice |

Año: 2004 Duración: 138 min

Director: Michael Radford

Guión: Michael Radford
Intérpretes: Al Pacino, Jeremy Irons, Joseph Fiennes, Lynn Collins, Allan Courdunar, Charly Cox

Lo mejor:  

-Al Pacino.
-La contención en varios aspectos.

Lo peor:

-Que la importancia de la obra o la corrección técnica, dan con un resultado que poco puede sorprender.

Puntuación:

6,5

Adaptación de Shakespeare apoyada en pesos pesados de la actuación y el escenario veneciano.



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