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El novio de mi madre - critica de cine
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El novio de mi madre

Madurez anodina

Un artículo de JBA || 16 / 5 / 2007

Hollywood nos recuerda cada cierto tiempo la silenciosa condena de las actrices olvidadas. Mitos un día, viejas glorias otro, su caso es similar al de las estrellas prematuras, actores precoces que de niños mimados pasan a adolescentes molestos si su crecimiento se aleja de la utilidad de la industria.

Quizá más que de crueldad habría que hablar de una fría lógica no exenta de algo de justicia: lo mismo que encumbró a unas y otros es lógico que los borre del mapa cuando dejan de tenerlo y se quedan sin nada más a lo que agarrarse. Si una mujer reina por su único poder físico, justo es que cuando este desaparezca deba afrontar con su talento esa suplencia, o limitarse a administrar sus bienes con dignidad.

A la hora de la verdad, en la mayoría de los casos su utilidad real les ha reducido a ser marionetas estéticas y difícilmente pueden ser reclamo por su solo nombre cuando el tiempo se impone. La utilidad del casting está por encima de ellos.

Michelle Pfeiffer se podría encontrar en esta situación, si bien a sus casi cincuenta años sigue luciendo un aspecto admirable y en su filmografía hay muestras de potencial como actriz más allá de su atractivo clásico. Su edad y su aspecto, además, la hacen candidata perfecta para una historia de mujer madura enamorada de un hombre mucho menor, un papel en el que debería resultar creíble.

El problema de El Novio de mi madre es que a pesar de la idoneidad de estos rasgos para su papel protagonista, su elección es el primero de un numeroso repertorio de errores de elección de intérpretes para una comedia que no logra serlo en ningún momento. Amy Heckerling, directora y guionista (Clueless) se mueve durante toda la cinta en el registro del ridículo y ahí no hay posibilidad alguna de escapatoria en ninguno de sus frentes.

Si Michelle Pfeiffer no da la talla como madre seducida por un divertido actor y yerra cuando trata de mostrarse alocada, su partenaire, un Paul Rudd que para muchos será especialmente conocido por ser el novio cuerdo de Phobe Buffay en Friends (y que ahí imponía presencia sobria para contrarrestar las extravagancias de su pareja) resulta irritante tratando de comportarse como un payaso histriónico émulo de Jim Carrey. Son demasiadas las escenas cuyo único sustento es la pretendida gracia del personaje y cómo eso afecta en el curso del argumento: su contratación para animar la serie de la que el personaje de Pfeiffer es guionista, la forma de seducirla desde su encanto payaso y de alcanzar el éxito gracias a sus cualidades enloquecidas... todo planteado nítidamente desde la teoría, abofeteado por una realidad cruel en que Rudd, simplemente apesta como humorista.

Los otros flancos argumentales incluyen la relación de doña Pfeiffer con su hija, una enervante Saoirse Ronan que debe su vida actoral a la influencia de su padre actor, y que debería acabar siendo un caso de la segunda modalidad antes descrita, la de niños actores que no pudieron continuar su carrera cuando su secundaria función se perdió con su crecimiento (o cuando se les acabó la descarga eléctrica...).

Por si de lo dicho no quedara sobradamente claro el tipo de producto mezquino y mal elaborado con el que nos encontramos, dos rasgos más. Por un lado la experimentada responsable de su creación ha querido demostrar su conocimiento del medio como guionista demostrando las interioridades del mundo de la producción. Se recrea así una y otra vez intentando dar comicidad a las contradicciones obsesivas por la audiencia, dibujando intérpretes caprichosos y parodiables. Otro punto en el que, nuevamente y a pesar del sobresubrayado y la claridad con que lo describe, no arrancar una sola sonrisa.

Por otro, propone una narración extravagante al introducir y sazonar con la presencia de la excéntrica Tracey Ullman ejerciendo de madre naturaleza. Sus cortes surrealistas dirigiéndose al espectador o ejerciendo de conciencia de la protagonista, reflexionando sobre la falta de coherencia de un mundo caprichoso y superficial, falla donde el lector a estas alturas bien podrá imaginarse: El Novio de Mi Madre en un determinado momento no lograría hacer gracia ni aunque a su directora le fuera la vida en ello. Y cuando una comedia no obtiene logro estimulante alguno a pesar de intentarlo de formas tan variadas y repetitivas, se vuelve estomagante, cansina y soporífera, males demasiado negativos para un género que suele vivir apacible en su habitual mediocridad.

FICHA TÉCNICA DE EL NOVIO DE MI MADRE

Título original: I could never be your woman

Fecha de estreno: 11-05-2007

Año: 2007 Duración: 97 min

Director: Amy Heckerling

Guión: Amy Heckerling
Intérpretes: Michelle Pfeiffer, Paul Rudd, Saoirse Ronan, Tracey Ullman, Jon Lovitz

Lo mejor:  

-Fingir que nunca ha sucedido.

Lo peor:

-No logra hacer gracia y condensa una admirable proporción de ridículo que da vergüenza ajena.

Puntuación:

1

La mediocridad es una aspiración lejana y utópica para esta cinta.



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