Clasificada como ‘R’ por su “fuerte contenido sexual, incluyendo diálogos, comportamientos poco habituales y desnudos gráficos, y por su lenguaje”, 50 sombras de Grey no lo tendrá tan difícil en EEUU como si hubiera recibido el calificativo NC-17: bajo la primera modalidad los menores de 17 años pueden acudir al cine acompañados de un adulto, en tanto que con la segunda no pueden hacerlo de forma alguna (algo que en la práctica se traduce en que muchas salas de exhibición suelen negarse a emitir sus películas por la pérdida de rentabilidad que esto implica).
Por lamentable que pueda resultar para muchos, la clasificación de la cinta —como cualquier detalle de la misma— era esperada por los (las) seguidores de un libro que tenían esperanzas de encontrarse con algo a la altura del original, y aún con el objetivo cumplido por parte de la productora a la cinta se le allane el camino, tiene algo de decepcionante si esperaban una mayor carga sexual con la que estar a la altura de lo que Stephen King definió como “porno para amas de casa”.
Aún así, a quienes les sepa a poco siempre les queda el consuelo de acudir a la parodia pornográfica de Fifty Shadows of Grey XXX.