650 millones de dólares recaudados, por los 640 de EEUU. Ese es el hito en la recaudación china del pasado mes, que ha situado al país como primera fuente de ingresos del cine mundial.
Además, del top 5 de películas que han espoleado esta recaudación —en que ha sido clave la reciente celebración del año nuevo chino—, ninguna de las películas es extranjera, lo cual da buena cuenta del interés del consumidor del país asiático por su producción propia: The Man From Macau II lidera la clasificación con 104 millones de dólares, seguida por Dragon Blade (95), Wolf Totem (72), Zhong Kui: Snow Girl and the Dark Crystal y Somewhere Only We Know (mientras en EEUU 50 Sombras de Grey y Bob Esponja se encuentran en lo más alto de la clasificación mensual).
De estas cinco películas destacadas, la segunda es la que más opciones tiene de sonar (o acabar sonando) al consumidor occidental, al estar protagonizada por Jackie Chan y Adrien Brody. Que el récord chino coincida con un periodo proclive para el consumo en el país, y con uno de muy bajo consumo de cine en EEUU, serviría para hablar de anécdota si no estuviéramos ante una tendencia confirmada en los últimos años y que fácilmente antes o después ofrecerá datos más contundentes. En Hollywood, de hecho, llevan tiempo tratando de adaptar sus películas a las particularidades chinas incluyendo personajes con gancho para su audiencia o localizaciones del país, si bien también se recuerdan inexplicables fiascos como el de Guardianes de la Galaxia, que tras triunfar en todo el mundo logró una taquilla muy por debajo de lo esperado en China.
Queda por ver si con el tiempo China logra producciones del gusto occidental y pasa a ser exportadora de su cine, o si teniendo en cuenta la fortaleza de las cifras en cuanto a autoconsumo desdeñan la posibilidad de tratar de adaptar su cine a los reclamos que funcionan en otros países.