La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España ha hecho oficial una decisión que ya era vox populi desde hacia unos días en el mundillo del cine español: a partir de la próxima gala de entrega de los premios Goya (enero de 2008), no volverán a concederse en la propia ceremonia los premios destinados a los cortometrajes de ficción, no ficción y animación. Estos serán otorgados en la gala de los candidatos, celebrada habitualmente unas semanas antes de la entrega de los otros treinta premios, y recordados a lo largo de ésta con una mención y la proyección de unas imágenes.
Las razones oficiales para la postergación de los cortometrajistas en el acto anual más importante del cine español están ligadas a la audiencia de la emisión, que se resiente en los momentos en que son concedidos este tipo de premios “menores”. Además, la Academia ha cambiado las condiciones para que los cortos opten a los Goya: se reduce a veinte minutos su duración máxima, y se adelanta la fecha de inscripción a los premios en un mes.
Los cortometrajistas, movilizados desde que empezó a rumorearse esta decisión, la consideran inadmisible porque “margina aún más a los cortos, de los que depende el futuro de nuestro cine” y porque demuestra que a la Academa “no le interesa verdaderamente” este tipo de películas. La Agencia del Cortometraje Español, que vela por los intereses del colectivo, no descarta incluso manifestaciones en señal de repulsa.