Hablando con The Independent, Dustin Hoffman, uno de los más grandes actores de Hollywood, se ha referido al estado actual del cine con severidad. Así, aprovechando su experiencia ha censurado la moderna forma de hacer las cosas, algo que a su juicio está afectando a la calidad de muchas películas y abocándolas a una temporalidad en que les ponga muy difícil trascender.
“Creo que en este momento la televisión que se hace es la mejor que se ha hecho, y creo que con el cine se hace lo peor que se ha hecho, en los 50 años que yo llevo trabajando, es el peor”, comienza Hoffman con dureza.
“Cuesta creer que se puede hacer un buen trabajo con poco dinero estos días”, prosigue para apuntar a las explicaciones de su contundencia. “Hicimos El Graduado y esa película se sigue sosteniendo, tenía un buen guion en el que se emplearon tres años, un director excepcional con un excepcional casting y equipo técnico, pero era una película pequeña, cuatro muros y cuatro actores, eso es todo, y aun así fueron 100 días de rodaje”, remata.
De esta manera Hoffman parece claramente en contra de la forma industrial de producción acelerada de películas que se basan en grandes presupuestos, proyectos faraónicos hechos para el consumo rápido, y que deben materializarse por tanto en apenas unas semanas de rodaje.
El signo de los tiempos, tan fácilmente cuestionable como difícilmente ingobernable.