Ya a principios de año explicamos que había serios indicios de que lo de Los 4 Fantásticos acabase en un fiasco mayúsculo, pero recientemente se ha confirmado por todos los extremos posibles: los primeros pases de los críticos (tras el intento de manipulación de unas primeras reacciones positivas), Josh Trank culpando a la productora, y la propia Fox reaccionando a la controversia con una reafirmación de su compromiso con el supergrupo.
Pues bien, a todo esto hay que añadir las recientes revelaciones de miembros del equipo, que profundizan en las filtraciones que hablaban de un comportamiento errático y agresivo por parte de Trank. Según recogen en THR, hay miembros del rodaje que califican a Trank de “extremadamente aislado”, en cuanto a su falta de comunicación con el equipo; se habla de que "construyó una tienda negra alrededor de su monitor" y de que "se mantenía al margen de todo el mundo”. Sus modos dictatoriales llegaban al extremo de que controlaba al casting de forma tan extrema que “entre tomas, les decía cuándo debían parpadear o respirar… Les presionaba hasta hacer su interpretación lo más plana posible”.
Una fuente, incluso, concreta por qué la Fox pidió que se cortaran los gastos en determinadas secuencias de acción más costosas: “A medida que el film se dirigía a un final infeliz, el estudio y los productores Simon Kinberg y Hutch Parker se implicaron para dar con un camino hacia un desenlace. Con parte del casting no disponible y con Kinberg haciendo malabares entre X-Men y Star Wars, gran parte del material se rodó con dobles y la producción se trasladó a Los Ángeles para filmar escenas de Teller frente a un croma verde”, cuentan en THR. “Fue caótico”, relata un miembro del equipo técnico, que añade que Trank seguía al frente pero neutralizado por un comité. Otra fuente incluso habla de que el estudio puso un ‘dream team’ que incluía al veterano Drew Goddard para tratar de salvar el proyecto, algo que evidentemente era ya imposible.
Con este panorama no es difícil entender que se haya organizado una petición en Change.org para solicitar que los derechos de los personajes vuelvan a Marvel.