Mucho se ha hablado en los últimos meses de lo que el crossover de Batman vs Superman podría significar para Warner y DC en función de sus resultados: si la cinta funcionaba, su apuesta seguiría fuerte y veríamos cómo todos los planes que tienen sobre la mesa para explotar a sus personajes seguirían firme hacia delante. Si por el contrario errasen el tiro, las consecuencias se volverían imprevisibles, y podrían caer varios de los proyectos en su agenda superheroica.
Pues bien, a pesar de la enorme expectación creada por el cruce del superhéroe de Krypton y el caballero oscuro de Gotham, de que todo pintaba bien hasta hace muy poco a base de espectaculares adelantos en forma de tráiler, las críticas de los pases previos a la cinta han vertido un jarro de agua fría sobre las esperanzas de los fans: están lejos de ser positivas.
Rotten Tomatoes, de hecho, va por el 41% con solo 16 críticas positivas de las primeras 39. Expresiones aludiendo a la pérdida de tiempo que implican las dos horas y medio de metraje, a la necesidad de una pausa en el género superheroico, a los atropellos narrativos de Zack Snyder, y en definitiva a los excesos de épica, pretendida seriedad y efectos especiales, evidencian un poso amargo en la mayoría de los críticos.
Si estas primeras tendencias de la crítica se confirman, y especialmente si la audiencia no respalda un proyecto faraónico sustentado por 250 millones de dólares de inversión, Zack Snyder saldrá muy debilitado de la producción y dará alas a quienes cuestionaron su labor con Man of Steel. En todo caso el público es soberano, y desde hoy puede juzgar por sí mismo.