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Cashback - critica de cine
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Cashback

Robando belleza

Un artículo de JBA || 15 / 4 / 2008

Los melómanos y aficionados a la música que vivieron la década de los 80 difícilmente no recordarán la figura de Rick Astley. Fenómeno de ventas en la época de Europe, Communards y Bananarama, con su extraño vozarrón por el que muchos sospecharon se trataba de un nuevo Mili Vanilli doblado por algún portento de raza negra, y con sus bailes de 'nerd' en día festivo que más merecería las burlas que la admiración, el singular pelirrojo era un habitual de la prensa musical y adolescente en los tiempos en que Super Pop alternaba presencias tan ilustres como la suya con las de Samantha Fox o Sabrina.

Cashback

Rick Astley en plena interpretación de 'Never Gonna give you up', jurando y perjurando que nunca mentirá a su amada.

El chico desapareció con el tiempo soterrado bajo nuevos estilos musicales en que nunca podría integrarse y en donde lo más aconsejable sería buscarse resguardo y administrar fortuna. Pero para quienes lo vivieron es fácil que recordando aquellos tiempos se pregunten de vez en cuando qué fue de aquél personaje que cantaba aquello del “never gonna give you up” incansablemente, y qué particular destino le reservaba la providencia. Si acabó cantando en bodas y bautizos, si optó por los barbitúricos o cosas más intensas, si descubrió verdades para el resto inalcanzables gracias a delirios como el de la cienciología.

Hasta hace poco, una de las utilidades de Cashback era precisamente recordar a Mr. Astley como autor de la banda sonora del corto Cashback, nominado a los Oscar en el año 2006 y que estaba producido por su mujer Lene Bausager. Un homenaje por otro lado más apropiado que recomendar un vistazo a sus videos en youtube, a la vista de lo marciano y chirriante que resulta con el paso del tiempo. Pero cosas de la vida, la publicación de esta crítica coincide con el anuncio de que le ha llegado su hora de volver a la palestra (al margen de otras curiosas anécdotas), y de que volverá a tratar de vender alguno de sus agriados hits.

Centrándonos por el bien de nuestra salud mental en Cashback, como película esta es la extensión realizada por el propio director Sean Ellis del mencionado cortometraje que ha sido incluso incluido como parte de la cinta. Una situación que contribuye a lo ecléctico de su propuesta sin menoscabar la calidad formal, gracias a su larga experiencia en el mundo de la fotografía donde fue formado como fotógrafo de naturaleza muerta para luego trabajar en publicaciones como Vogue y anuncios de Gaultier, EA Games, amén de colaboraciones con David Lynch.

Pero además su formación en la fotografía tiene un papel relevante en el argumento de Cashback. En el se nos presenta a Ben (Sean Biggerstaff), un joven estudiante que tras una ruptura con su desquiciante novia comienza a padecer insomnio. Y con el fin de aprovechar las noches vacías se integra en el particular personal del turno de noche de un supermercado.

La cuestión es que allí, además de participar de las extravagancias de algunos de sus descerebrados compañeros de trabajo, comienza a dar rienda suelta a su gran pasión, el dibujo, especializado en la captura de la belleza que el artista puede sustraerle al tiempo para reflejarla en una obra eterna.
Como parte de la anunciada diversidad que incluye la película, en esos tramos atenderemos al despliegue creativo de un Ben que desnuda en una pausa imaginaria al público del supermercado para explorar la hermosura natural. Algo en lo que es fácil perderse cuando de entre su público hay un repertorio de mujeres modélicas expuestas en desnudo contundente y que son junto a la experiencia que inspiró la infancia de su protagonista (y la del director, la asombrosa sueca que va en pelota viva por su casa y le cambia la infancia) momentos de una sensualidad en que sólo el aspecto bondadoso del actor principal puede contener lecturas de perversión. Algo que no sucede con alguno de los personajes que lo rodean en lo que son las otras ramas argumentales: la relación con los freaks con que trabaja y que buscan la aportación de humor al metraje.

La habilidad técnica al plantear escenas, la recreación de las sensaciones oníricas e insomnes que dan paso a un erotismo pseudoartístico, junto a la diversidad que ese eclecticismo aporta son, a pesar de lo desestructurado que puediera resultar, las mejores virtudes para hacer de Cashback una producción diferente. El repertorio de chica de catálogo (por más que Sean Ellis haya pretendido subrayar la belleza de lo natural y la imperfección, a la que apunta en algunos momentos) ofrece un incentivo adicional para quienes se pierdan en eso de la sensibilidad del autor y quieran carne fresca en bandeja de plata.

Cashback

Una de las muestras del potencial de Sean Ellis para desnudar mujeres, algo que busca mantener en todo momento el tono elegético.



FICHA TÉCNICA DE CASHBACK

Título original: Cashback

Fecha de estreno: 09-04-2008

Año: 2006 Duración: 90 min

Director: Sean Ellis

Guión: Sean Ellis
Intérpretes: Sean Biggerstaff, Emilia Fox, Shaun Evans

Lo mejor:  

-Su sabor propio, el tratamiento fotográfico y el repertorio de vestales retratadas.

Lo peor:

-La estructura no es del todo coherente y es fácil que una parte del público se pierda en los desnudos integrales.

Puntuación:

5,5

Película que se diferencia del resto con originalidad y falta de prisas.



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