La Generalitat de Cataluña, a través de su consejero de cultura, Joan Manuel Tresserras, ha anunciado que dispondrá que el 50% de las películas que se distribuyan en los cines de la región habrán de estar dobladas al catalán.
Con esta medida, que será aprobada a lo largo de este curso parlamentario, la Generalitat busca equilibrar la presencia del catalán y el castellano en los cines, incluso a costa de que sean los empresarios del sector quienes corran con la mayor parte de los gastos del doblaje.
Los perjudicados no han tardado en poner el grito en el cielo asegurando que, en un momento precario para la exhibición cinematográfica por culpa de la piratería y los nuevos hábitos de consumo, resulta absurdo centrarse en un tema como el de la exhibición en catalán, que además nunca ha gozado de la predilección de los espectadores de la región.