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Man on wire - critica de cine
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Man on wire

Equilibrismos existenciales

Un artículo de Diego Salgado || 24 / 4 / 2009
Man on wire

Apasionado retrato de un ser humano que ha precisado de más espacios físicos y espirituales que el resto de los mortales.

Si exceptuamos el drama The King, protagonizado en 2005 por Gael García Bernal y William Hurt, la carrera del realizador británico James Marsh se ha desarrollado en el terreno del documental. A títulos como Wisconsin Death Trip (1999, exhibido en San Sebastián) y The Team (2005) hay que sumar ahora Man on wire, sin duda su película más exitosa, ganadora del Oscar al mejor documental entre otras muchas distinciones.

Man on wire nos acerca a la figura de Philippe Petit, un juglar callejero nacido hace sesenta años en Francia, entre cuyas actividades lúdicas se cuenta la de funambulista. James Marsh se detiene en la hazaña que Petit llevó a cabo el 7 de agosto de 1974: cruzar sobre un cable el espacio que separaba las por entonces en construcción y hoy extintas Torres Gemelas de Nueva York, a cuatrocientos metros de altura. A través de material de archivo, reconstrucciones y entrevistas con el propio equilibrista y otros implicados, Man on wire relata minuciosamente, cual thriller sobre atracos perfectos, lo acontecido aquella mañana de agosto.

La película está realmente lograda en ese aspecto. También en el de retratar a un ser humano que, como el Chris McCandless de Hacia rutas salvajes o el Timothy Treadwell de Grizzly Man, ha precisado de más espacios físicos y espirituales que el resto de los mortales, siempre en busca de esos momentos que Werner Herzog ha definido como de “verdad extática”, conjurados en el alambre por Petit y sentidos por los espectadores de Man on wire en más de una ocasión gracias a la pericia de Marsh.

Sin embargo, puede que a la película le falte la ambición, incluso la egolatría, de que hace gala su protagonista, y se pliegue en demasía a él y a lo meritorio de los hechos que hemos descrito (se basa en un libro del propio Petit). Se echan en falta una mayor contextualización, así como más reflexiones de corte simbólico, que creíamos insoslayables, acerca de la diferencia entre unos tiempos en los que todavía reinaba cierta inocencia, y otros (los nuestros) en los que la trágica desaparición de los edificios que Petit se atrevió a sobrevolar ha contribuido a generar una sensación generalizada de angustia y extenuación.

Es probable que centrarse en Petit y sus colaboradores haya sido por parte de Marsh una estrategia deliberada, una manera de trasladarnos la idea de que, ante la magia y la ilusión que transmite lo que fue capaz de hacer el funambulista sobre el World Trade Center y otros escenarios, no cabe dejarse vencer por el derrotismo. Y aunque sea una decisión creativa que no terminamos de compartir por excluyente, se concreta con acierto en pantalla. Por lo que Man on wire, sean cuales sean sus defectos, resulta en su conjunto una película muy recomendable.

FICHA TÉCNICA DE MAN ON WIRE

Título original: Man on wire

Fecha de estreno: 23-04-2009

Web oficial: www.manonwire.es |

Año: 2008 Duración: 94 min

Director: James Marsh

Guión: James Marsh, basado en un libro de Philippe Petit
Intérpretes: Testimonios de Philippe Petit, Jean-Louis Blondeau, Annie Allix, Jim Moore, Mark Lewis, Jean-François Heckel.

Lo mejor:  

-La pasión de Philippe Petit, y el cómo se nos transmite.
-Curiosamente, la distribuidora española de la película es... Vértigo Films.

Lo peor:

-Demasiado metraje como para estar concentrado de modo tan exclusivo en el equilibrista.

Puntuación:

6

Otro documental que acaba siendo más atractivo que muchas películas de ficción supuestamente trepidantes.



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