La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas estadounidense ha hecho público que, a partir de la próxima edición de los premios Oscar, la categoría referida a la mejor película del año la compondrán diez nominadas, y no cinco como sucedía hasta hoy y seguirá sucediendo en otros apartados.
La decisión de la Academia ha sido justificada en atención al reconocimiento que se pretende otorgar a cintas que obtienen numerosas candidaturas en los apartados técnicos y, después, quedan relegadas en su valoración general. Según los portavoces de la institución, diez películas nominadas garantizarán una visión más amplia de lo que constituye el cine norteamericano de cada año, abriendo el abanico no sólo a los dramas, sino a las cintas de entretenimiento y carácter más audaz.
En la práctica, la medida tratará de solventar dislates como el acontecido en la última edición, que dejó fuera de la competición por el Oscar más importante a Wall•E y El Caballero Oscuro, dos de las películas más alabadas por la crítica y, en el caso de la segunda citada, un éxito comercial sin precedentes. En cambio, sí estuvieron entre las cinco nominadas películas como El Lector y Milk, recibidas con general indiferencia en todo el mundo.
Por otra parte, la inclusión de nominadas con un criterio más abierto, menos académico, podría frenar la incesante caída de espectadores que sufre la retransmisión de los Oscar de unos años a esta parte. No es casual que las dos ceremonias más vistas en la última década fuesen aquellas que vieron otorgar el Oscar a la mejor película a Titanic y El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey, indudables películas de culto para millones de cinéfilos.