Mil millones de dólares en todo el mundo, pasados apenas diecisiete días desde su estreno. Tales son las apabullantes cifras de Avatar, conseguidas por una combinación de críticas receptivas, entusiasta boca a boca, nominaciones a premios varios y elevado precio de las entradas en 3D.
Si alguien dudaba de que la última película de James Cameron recuperaría su inversión (que algunos han cifrado en 500 millones de dólares), a fecha de hoy está claro que así será, y la controversia gira en torno a otra cuestión: ¿Logrará Avatar superar a Titanic, también realizada por Cameron, que ostenta desde 1997 el puesto de honor en cuanto a dinero recaudado en salas, 1.800 millones de dólares?
Los analistas empiezan a pensar que sí, teniendo en cuenta la facilidad con que Avatar ha superado en el ranking de las películas más taquilleras de la historia del cine a títulos como El Caballero Oscuro, El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey, Harry Potter y la Piedra Filosofal, Piratas del Caribe: El Cofre del Hombre Muerto y Star Wars Episodio I: La Amenaza Fantasma.
En cualquier caso, debe recordarse que no es lo mismo una recaudación en términos absolutos (millones de dólares) —que, por supuesto, tiene posibilidades de ser cada vez más abultada según se suceden los años, la inflación y el aumento en el precio de las entradas—, que el número de espectadores. Atendiendo a este último criterio, más justo y real, Titanic se encuentra en el sexto puesto de las películas más vistas de todos los tiempos, por detrás de Lo que el viento se llevó, La Guerra de las Galaxias, Sonrisas y Lágrimas, E.T. y Los diez mandamientos.