Tom (Sean Campion), profesor de literatura, liga con Clara (Fiona O´Shaughenessy), una de sus alumnas, mientras le recita un poema de Rilke. Angie (Flora Montgomery), periodista de renombre, se enamora a primera vista de Clara cuando cubre una manifestación en las calles de Dublín, le da su teléfono con la excusa de hacerle una entrevista. Tom se liga con sus lecturas de Rilke a otra alumna de su clase, Isolde (Fiona Glascott). Clara ve como Tom besa a Isolde, le deja, y queda con Angie... Angie vive con su amigo Renee (Jean Butler). Renee es gay y se enamora de un chico que tiene novia... Quien tenía novio ahora tiene novia. Luego novio. Luego novia.
Lo importante para Clara, Isolde, Angie, Renee y David es el amor. Si alguno tenía prejuicios, salta rápidamente por encima de ellos. Sólo Tom está enganchado al miedo a amar. Dicen que la memoria de los peces dura tres segundos, a veces es necesario que así sea la memoria del amor para que se quite el miedo a repetir.
La memoria de los peces es una comedia romántica al uso. Todos buscan su felicidad. Dentro de un guión cargado de gags patosos para ligar, hay también un tratamiento serio de las relaciones homosexuales y de la bisexualidad. Una película reivindicativa por su normalidad. Afronta la sexualidad como parte del amor y del deseo. Su directora, Liz Gill, ha recibido el premio del público en el Festival de Los Ángeles y en el Festival de Cine Gay y Lésbico de Barcelona.
Ambientada en Dublín, La memoria de los peces es ágil, divertida, sin complejos. Cine irlandés desenfadado. El hecho de que sea una película coral, permite más diversión y acelera las casualidades. Para todos los públicos.