Fandigital y Comicdigital emplean cookies para determinadas funcionalidades. Si continúa navegando asume la aceptación de las mismas.
El Olor de la Papaya Verde - Pantalla Invisible - blogs de cine
Buscar en
Estás en CINE >> BLOGS >>

El Olor de la Papaya Verde

Un artículo de Eduard Terrades || 20 / 9 / 2010
Papaya Verde

Obra magna del realizador Tran Anh Hung: esta es la perfecta descripción de la preciosista propuesta que nos invita a recorrer los recovecos de una lujosa vivienda de una acomodada familia vietnamita, y cuya depuración técnica nos acerca a lo que entendemos como una obra de arte para ser vista permanentemente en prestigiosas filmotecas. La culpa: una papaya que embriaga tanto a personajes como a los espectadores.

1951. Mitad de la I Guerra Indochina. En este contexto bélico ubicamos a una familia rica que vive en una mansión rodeada de parajes verdes y de una enorme papaya que les brinda suculentos manjares preparados mediante la fruta que brota del árbol tropical. Mui, una pueblerina de diez años que entra a trabajar como sirvienta, causa el revuelo entre varios miembros de la familia, pues su parecido con una de las difuntas hijas trae recuerdos amargos y la envidia de los hermanos. Pasan los años, termina el conflicto, la locura del padre termina por afectar a la madre y uno de los hermanos mantiene una relación pecaminosa con una jovencita Mui. Y la papaya, que va anhelando esos deseos sexuales de los dos amantes, sigue firme en sus raíces como mera espectadora que contempla la permutabilidad de las cosas y del estado de ánimo de los protagonistas. Así de sencillo y de subyugador es este relato que conquistó el jurado del Festival de Cannes de 1993, otorgándole un merecido premio como mejor película revelación (Cámara de Oro a la Juventud), y que le sirvió para que fuera Nominada como Mejor Película Extranjera (premio que se llevó finalmente Belle Epoque).

Papaya Verde



Más allá de lo sencillo y esquemático que resulta la historia, lo que de verdad le da poder al filme es su composición visual. Anh Hung rinde un claro tributo a Yazujiro Ozu, pues utiliza largos travelling laterales en forma de plano secuencia que recorren los pasillos de la casa de una forma respetuosa con el ambiente familiar. La máxima de Ozu era magnificar la presencia humana, y por este motivo rodaba muchas escenas a ras de suelo. Anh Hung aplica esta fórmula sobretodo en la primera hora de metraje, y además sitúa toda la acción en los interiores de la casa, que se abren hacía el jardín poblado de una vasta vegetación local que envuelve la mansión con un aura espectral. Nunca traspasa los límites del hogar familiar, ya que el objetivo principal es mostrar los estados de ánimo de cada uno de los miembros que componen esa familia disfuncional vietnamita. Para ello, y para no aburrir al espectador, introduce algunos momentos cómicos protagonizados por el hijo menor de la familia, obsesionado en desacreditar a la risueña Mui, momentos intercalados como separadores narrativos en medio de los conflictos dramáticos y cuya representación escénica recuerdan mucho a los momentos cómicos que aparecían en la película Buenos Días (1959) de Ozu. Otro referente pues que nos ayuda a dignificar un cine de autor muy preocupado por convencer al público Occidental, ya que parte de la financiación procedía de Francia.

Papaya Verde



Otro valor fundamental es una banda sonora que imprime en su justa medida cada fotograma del filme. Hay una clara diferenciación entre las esas escenas contemplativas en las que la música está introducida como componente lúdico (y en dónde nos muestra algunos instrumentos típicos vietnamitas interpretados por el padre y uno de los hermanos, músico de profesión) y esas secuencias más dramáticas en las que el piano (único instrumento en la función) sirve para exasperar más aún el carácter de algunos personajes que se ven abocados a la tragedia personal (la abuela que se pasa todo el día rezando en el altar familiar budista, las desapariciones fugaces del padre con su amante, la desesperación de la madre y los celos que apresan a la prometida del hermano que termina en la cama con Mui). Hay también otros interludios de piano a base de notas sueltas y que se acompañan por un desafinado violín que simplemente reflejan la tensión sexual de Mui.

Podríamos extendernos líneas y más líneas para describir esta producción que, igual que el jugo que emana de esa papaya cuando se le arranca alguna de sus frutas, fluye sin descanso hasta el final de forma emotiva y sin dejar ningún cabo suelto. Tal vez el devenir de los personajes por esas habitaciones clareadas por esa luz tenue y esos silencios introspectivos sea el secreto de una producción vietnamita que nos hace entender porque el cine está considerado el séptimo arte. ¡Y todo por culpa de una papaya!

Papaya Verde



Pantalla Invisible

La sección en donde se dará a conocer obras perdidas del cine, de ayer y de hoy, con el objetivo de que lleguen al espectador con mayores inquietudes cinéfilas

Actualización: Lunes.

Blog administrado por Eduard Terrades

Buscar PAPAYA VERDE en

Buscar PAPAYA VERDE en NEWS









© Revista Fandigital.es 2000-2015
Revista iPad / | Contactar