Si alguna vez os habéis preguntado por qué un estudio desarrollador de videojuegos como Rockstar Games, entre cuyos títulos se cuentan algunos de influencias cinematográficas tan evidentes y alabadas como Grand Theft Auto (en la imagen), Red Dead Redemption o el próximo L.A. Noire, no está muy por la labor de ver sus obras llevadas al cine, el vicepresidente de la compañía, Dan Houser, ha dejado al respecto las cosas muy claras.
En una entrevista concedida a The Hollywood Reporter, Houser ha manifestado que "casi todas las películas basadas en videojuegos han sido bastante horrorosas. Supongo que esto cambiará; pero, en ese caso, si la audiencia adquiere más criterio, los esfuerzos para hacer de un videojuego una película o al contrario habrán de aspirar a algo más que a los resultados económicos". Houser, orgulloso de los productos que representa, subraya que "no se trata de hacer dinero fácil, sino de intentar por todos los medios que algo fructífero en un medio lo sea también en otro".
Houser desvela que Rockstar Games "ha estudiado numerosos contratos de cesión de derechos para películas. Pero, sencillamente, hemos decidido pasar de ellos. Nos encantan las películas, pero también los videojuegos, y ahora mismo estos últimos son en lo que queremos centrarnos". El ejecutivo de Rockstar concluye que "preferiríamos hacer una película aun sin saber especialmente cómo, en colaboración con los mejores talentos, y que saliera mal, antes que no lograr que se produjese en nuestros propios términos. En cualquier caso, va para largo: tendría que ser el título adecuado, con la alianza con un estudio adecuada, y ahora mismo no tenemos tiempo para eso".