Aunque Superman Returns recaudó en todo el mundo 391 millones de dólares y algunos críticos la acogieron con entusiasmo, resulta innegable que la aproximación del director Bryan Singer (responsable asimismo de X-Men y Valkiria) al superhéroe emblemático de DC Comics fue considerada mayoritariamente un fiasco, como subraya el hecho de que la que preparan ahora mismo Zack Snyder y Chris Nolan, Man of Steel, hará caso omiso de su existencia.
Cinco años después del estreno de Superman Returns, Bryan Singer (en la imagen, durante el rodaje de la película) considera que ha llegado el momento de entonar el mea culpa por la decepción que causó a los aficionados. En declaraciones concedidas a la página Voices From Krypton, Singer empieza confesando que supo que algo había fallado cuando vio que las mujeres no hacían cola para ver Superman Returns sino El diablo viste de Prada, gran éxito durante el verano de 2006: “Estaba tan obsesionado con homenajear románticamente el Superman realizado en 1978 por Richard Donner, que me olvidé de hacer la propia Superman Returns romántica. El gran esfuerzo de Brandon Routh [Superman/Clark Kent] y Kate Bosworth [Lois Lane] no fue suficiente”.
Además, Singer admite que los guiños religiosos que regaban la película de arriba abajo pudieron ser demasiado sofisticados para un blockbuster veraniego, e incluso perturbadores para algunos.
“Si yo tuviera la oportunidad de dirigir el reboot del personaje”, concluye con cierta melancolía Singer, “reharía el original de Donner llenándolo de acción, porque quizás el tono de Superman Returns tampoco fue el adecuado, debería haber sido más rápido y ligero. Pese a todo ello, sigo estando orgulloso de la película”.