El músico cubano Gorki Águila, líder de la formación de punk-rock Porno para Ricardo, fue detenido el pasado lunes 25 de agosto en La Habana durante una sesión de grabación del grupo. En un principio, las autoridades de aquel país querían juzgar al cantante por “peligrosidad predelictiva”, delito castigado con una pena de cárcel de uno a cuatro años. Sin embargo, durante el juicio celebrado el viernes día 29 se formalizó la acusación de “desobediencia”.

Tras la condena dictada por el tribunal, el músico fue liberado tras pagar una multa de 600 pesos cubanos (unos 30 euros), casi el doble del salario que Gorki recibe por su empleo en un taller de serigrafía. A las puertas del juzgado se concentraron cerca de un centenar de personas, entre las que se encontraban diplomáticos de Canadá, los Países Bajos, Polonia y Estados Unidos, así como numerosos corresponsales de la prensa extranjera, miembros de la disidencia cubana, seguidores de la banda y decenas de policías.

Al llegar a su domicilio, el cantante dijo sentir “orgullo por toda esa gente que se ha solidarizado”, así como “desprecio, más todavía, por toda esta tiranía”. “Cuando el poder cívico se une, cuando la gente se une, se logran cosas”, añadió.

Las iniciativas para pedir la liberación Gorki Águila también partieron desde España. Intérpretes como Miguel Bosé, Alejandro Sanz, Loquillo o Sabino Méndez, entre otros, han firmado una carta dirigida a Pablo Milanés en la que piden al cantautor cubano que reclame la puesta en libertad del músico durante su actuación en la “Tribuna Antiimperialista” en La Habana.