Las historias vinculadas al fenómeno de la inmigración son muy diversas. Normalmente, la opinión pública sólo recibe las noticias más trágicas. Por esta razón hay proyectos que pueden llegar a pasar desapercibidos. Por ejemplo, el disco “Dale!”, un proyecto de la periodista Gabriela Martín y su sobrina Natalia Tobares. Ambas abandonaron su ciudad natal, Mendoza, para convertirse en dos miembros más de la colonia argentina en España. Ellas, con los recuerdos de su país en la mente, decidieron presentar un proyecto discográfico donde se plasmara el legado musical de su tierra. La discográfica Aire Music ha sido la encargada de recoger el guante y ahora nos ofrece la posibilidad de acercarnos a 24 artistas de aquél país en un disco doble que contiene 30 canciones.
“Dale!” no necesita ningún tipo de promoción entre los inmigrantes argentinos. Gracias a este disco podrán rememorar esos momentos directamente vinculados a una melodía familiar. En cambio, este lanzamiento ofrece al público español la posibilidad de acercarse a grupos y solistas (casi) desconocidos por estos parajes. Por ejemplo, algunos descubrirán la voz hermana de Andrés Calamaro (Javier Calamaro) o el funk-rock de los Divididos.
Los 30 temas aquí reunidos ofrecen un abanico estilístico bastante extenso: la fusión latina con Los Fabulosos Cadillacs, Los Auténticos Decadentes o Diego Torres; la tentación bailable de la salsa y el merengue por obra de Walter Olmos, Los Cristales, Rodrigo o la Banda XXI; y las propuestas cercanas a la canción de autor de Emanuel Ortega (junto a Andrés Calamaro) o Alfredo Casero. Pero las propuestas más destacables son aquellas que rompen con la cadencia bailable que domina el repertorio. Así, el nombre de Tancredo debería empezar a sonar entre el público que ansía propuestas arriesgadas. Este multiinstrumentista, especializado en el violín eléctrico, reinterpreta dos clásicos del estilo musical por excelencia de Argentina, el tango, como son “Milonga sentimental” y “Malena”.
El cóctel ya está servido y quizás sus responsables deberían de advertir de sus ingredientes básicos: ritmos de baile, especialmente salsa, merengue y cumbia, con una pizca de rock y algún guiño a la historia: Los abuelos de la nada y Soda Stereo.