Nadie duda que los mejores Smashing Pumpkins fueron los de principios de la década de los 90. Innovaron por varias cosas, entre ellas, un nuevo sonido en el garage rock de los Estados Unidos, donde triunfaban bandas como Soundgarden o Nirvana, entre muchos otros. Ahora, Billy Corgan y los suyos, tras su vuelta a los estudios, no han cosechado los mismos éxitos, pero cada vez que abre la boca el vocalista, no deja indiferente a nadie.
Es una de las voces que más peso tiene dentro de la música y siempre habla con coherencia. Nunca ocultó su atracción por las nuevas tecnologías y la manera que tienen estas de llegar a la música. En sus últimas declaraciones, el autor expresó su malestar en relación a las grandes productoras, en función de su actuación con la piratería.
“Algo en la necesidad del sistema de las grandes disqueras de acaparar el mercado le ha exprimido el entusiasmo a la música”, lamentó Corgan. “Es casi como un restaurante donde los precios son demasiado altos y no puedes disfrutar tu comida porque sientes que te están estafando, pero no sabes por qué. Así, los fans en general se han rebelado”, concluyó el compositor.