"Sigo perdiendo sueño por ello tras 50 años. Nadie podía saber que iban a ser tan famosos", se dice Allan Williams, en una revelación con la quizá intente recaudar una ínfima parte de lo perdido por su mala venta.
9 libras. Ni una más... y aquí huelga seguir con el "ni una menos". Eso es todo lo que el que fue representante de Los Beatles cobró por pasar el testigo a Brian Epstein en 1962.
Las cosas, no obstante, no tardaron en precipitarse tras la venta. Un año después "recuerdo que les vi dando un show ante la reina, y tirar un cojín contra la televisión". Difícil de superar algo así, no obstante, a su manera, con horas de sueño perdidas o no, a sus 80 años se confiesa más pragmático: "ya no sigo con reproches, me enorgullezco de haber estado ahí en los sesenta iniciándolo todo".