Si ayer mismo publicábamos novedades sobre nuevos personajes para The Walking Dead en su cuarta temporada, el furor que la serie despierta y el enorme seguimiento que se respira en la red hacia las apocalípticas aventuras basadas en el cómic de Robert Kirman, hacen que prácticamente cada día surjan novedades y rumores sobre cómo será la cuarta temporada.
Sin ánimo de revelar información excesiva, se saben cosas como las mencionadas ayer: que se realizaron grabaciones en un Wal-Mart abandonado de Georgia rebautizado para la ocasión, que habrá nuevos personajes confirmados que aparecerán en más de un episodio, que como se anunció a principios de año Scott Gimple ocuparía el lugar al frente de la serie de Glenn Mazzara...
Pues bien, entre las novedades que ahora conocemos, nos encontramos con un nuevo salto temporal para introducir la siguiente temporada, al menos "más que probablemente". Sería de "más de tres meses y menos de un año", y seguiría pues la tendencia de los inicios de las temporadas anteriores.
Se saben nombres de dos episodios, Indifference (el cuarto, con dos nuevos personajes, Jack y Erin) y Rise (el sexto, donde aparecerían la madre soltera y la enfermera a la que nos referíamos ayer).
Resulta relevante que, cuando muchos seguidores han lamentado los parones en el ritmo de la serie y celebrado los momentos de más acción, se afirme ahora que se optará por un planteamiento en su contra: "creo que habrá menos correr y pistolas y más explorar a los personajes", vino a decir el productor de la serie Greg Nicotero en Entertainment Weekly. Pese a ello, el propio Kirkman, conocedor de las expectativas de los fans, ha tratado de moderar el discurso explicando que "no vamos a bajar el ritmo, pero si tuviera que reprochar algo a la tercera temporada sería no haber enfocado lo suficiente al desarrollo de personajes".
Finalmente, la prisión seguirá como escenario fijo si bien se desconoce cuánto tiempo. Sí habrá nuevos emplazamientos a los que viajarán los protagonistas, y suena un campo militar como principal candidato.
Glen Mazzara habla del final y sus sacrificios
"Sabía que Rick abriría las puertas de la prisión tras una temporada en que ha intentado ocultarse del mundo y encerrar a todos de tal forma que los mantuviera seguros", explicó a la MTV Mazzara, principal responsable de la tercera temporada. Para el impacto final del cierre, eran necesarias algunas bajas "debía haber un sacrificio de sangre", y a su juicio "que Andrea pagara ese precio era importante, ella no podía reingresar en el grupo; en una cierta forma, mucho de lo que ha hecho es unir ambos bandos, pero nunca podría volver a integrarse en el de Rick plenamente. Era un sacrificio que merecía la pena para el desenlace".
Mazzara también tuvo palabras para los fans del cómic decepcionados por el rumbo alternativo, expresando que según su punto de vista eso era algo que nunca estuvo en su cometido hacer algo así.