En varias ocasiones hemos hablado de cómo Robert Kirkman es un gran fan de Norman Reedus, el actor que da vida a Daryl, un personaje que bien sabido es que no aparecía en el cómic que sirve de base a la serie The Walking Dead.
Pues bien, su vínculo con Reedus no es el único, y supone junto al resto del reparto el gran problema de The Walking Dead como serie, frente a las aventuras trazadas entre viñetas.
“Haciendo el cómic estaba bien, porque eran solo líneas sobre un papel. Matamos a ese personaje. Guay. Pero en el show, es un fastidio, porque todos trabajamos juntos, salimos juntos, pasamos un buen rato juntos. Pero, sabes, la historia tiene que hacerse y mucha gente debe morir, como me gusta decir. Es bastante duro”, explica Kirkman, quien tiempo atrás incluso especuló con un futuro de la serie —si se mantienen las audiencias— sin ningún miembro del reparto original.
“No puedes decírselo”, sigue después a la hora de apuntar a cómo el problema es incluso más grave en lo personal, ya que “cambiamos nuestra forma de verlo a cada minuto”, por tanto “no podemos darles una especie de aviso porque siempre existe la posibilidad de que nos pongamos a hacer el guión después de planearlo de una forma, y acabar en plan 'no, ese personaje va a vivir’. Algo que ha sucedido muchas veces. Así que no queremos dar falsas noticias sobre quién vive y quién no”.