“No lo llamaría precuela, porque no todo el show se desarrollará antes”, sentencia Robert Kirkman a propósito del spinoff de The Walking Dead. “Eventualmente podría unirse en una ruta que se desarrollara al mismo tiempo”, añade, dejando eso sí muy claro en la misma sesión de preguntas y respuestas (celebrada el pasado fin de semana en el South by Southwest festival) que no habrá mezclas entre la serie original y la nueva creación: “Es un show que se aguanta por sí mismo. Puedes verlo y tener una experiencia autónoma. Pero si ves los dos, dirás ‘Oh, han descubierto esto’, o ‘Esto lo han descubierto de forma diferente’. Hay muchas cosas de The Walking Dead que estos personajes deben aprender o idear para salir adelante”.
Eso sí, no solo se tratará de que los nuevos personajes se pongan al día respecto a los ya conocidos, pues podrían acabar sabiendo más que ellos: “Hay algunas cosas que puede se descubran en el show hermano que no se hayan descubierto en el otro. Podría haber algo en plan, ‘Oh, vimos un zombie que podía hacer esto en la temporada cuarta y ahora sabemos por qué es’. Así que vamos a hacer cosas que van a ser bastante guays, pero en su mayoría los shows deben ser capaces de ser autónomos”, aclara.
La nueva serie, cuya trama se desarrolla en Los Ángeles, se estrenará el próximo verano y en ella finalmente Kirkman podrá dar rienda suelta a sus deseos de apartarse del cómic original en que se basan ambas series, algo a lo que se ha referido en varias ocasiones aludiendo a que esas son historias que ya ha contado, pero que al mismo tiempo en su entorno le recuerdan que son lo suficientemente buenas como para no descartarlas.