Si la compañía Koei tuviese una gallina de los huevos de oro, sin duda esta sería la saga “Dinasty Warriors” que ha dado pie a media docena de episodios, una subsaga (“'Samurai Warriors'”) e incluso una suerte de crossover entre ambas como fue “'Warriors Orochi'”. De esta última nos llega ahora una secuela que sigue a rajatabla el patrón general de la franquicia, uno de los mejores refugios de los últimos años para los fanáticos de los beat´em up.
Aspectos técnicos
Ciertamente los talentos de Koei no se han devanado especialmente los sesos a la hora de desarrollar esta entrega y el apartado audiovisual no es una excepción. La plantilla de personajes a nuestra disposición es inmensa (más de 70) y todos, del primero al último, están perfilados con gran detalle tanto en su aspecto como en sus movimientos pero la mayoría son viejos conocidos sacados tanto de la saga “Dinasty” como de la saga “Samurai” sin que apenas haya diferencia con respecto a sus apariciones previas. Otro tanto ocurre con los escenarios, vistos en entregas previas y sin apenas mejoras discernibles. El resultado para el usuario es -haciendo un símil musical- el equivalente a un recopilatorio de grandes éxitos, provocando una sensación de repetición y falta de interés en todos aquellos que sigan la saga y que sin duda se sentirán decepcionados por la escasez de innovaciones. Por suerte el motor gráfico sigue siendo impecable en lo relacionado a la cantidad de personajes en movimiento que podemos encontrar simultáneamente en pantalla, acentuado el carácter “masivo” de la acción y evitando que se produzcan las molestas ralentizaciones presentes en otros juegos similares.
En lo referente al sonido tanto las voces dobladas al inglés (cada personaje posee un propia y bien definida) como la recreación de los múltiples efectos en las batallas mantienen el impecable nivel de la franquicia. No tan acertada es la selección de melodías electrónicas, las cuales si bien poseen un ritmo ideal para acompañar a la acción desenfrenada resultan un tanto fuera de lugar al romper la ambientación medieval.
Conclusión
Esta nueva entrega sobre el medievo oriental mantiene a buen nivel los ingredientes principales de la misma: cuidada ambientación, acción frenética, facilidad de manejo y una gran vida útil si se deciden explorar todos sus modos historia. El problema es que como parte de una saga, este episodio es apenas un corta y pega de entregas anteriores, lo que hace que valorado conjuntamente a sus predecesores sea un tanto decepcionante. A la vista de los numerosos capítulos que abarcan las tres series, un mayor nivel de novedad es pedir peras al olmo. Ideal por tanto para lo no muy familiarizados con la franquicia “Warriors”.