Desde su posición de soberano del deporte rey, PES 2009 llega a su cita anual con menos novedades de las esperadas, una velocidad de juego menor y la pérdida de varias licencias. Por contra, adquiere los derechos de la Champions League, incluye el original modo "Ser Una Leyenda" y se mantiene prácticamente la misma jugabilidad de siempre. La competencia viene empujando fuerte y habrá que ver si con esto basta para mantener el trono.
Sucede muchas veces que cuando un genio crea su obra maestra, cava al mismo tiempo y sin saberlo su propia tumba. El público sube excesivamente el listón y cualquier de sus posteriores obras es observada con el ojo más crítico y menos objetivo. Este mal endémico es el que sufre Konami con su Pro Evolution, cuya última entrega se ha convertido en una gran víctima de sus propias precuelas. Si bien es cierto que a PES 2009 le faltan muchos aspectos por pulir y que debe hacerlo en el futuro si no quiere quedarse sin seguidores, no deja de ser verdad que evadiéndonos de anteriores entregas y títulos de la competencia, esta nueva edición tan controvertida sigue siendo un excelente título de fútbol con muchísima posibilidades de juego tanto dentro como fuera del campo.
Donde dije Betis digo Sevilla Blanco-Verde
Viajar al lejano mundo en el que el Atlético era el Madrid Blanco-Rojo o el Betis el Sevilla Blanco-Verde nunca fue un problema para los grandes amantes del fútbol en general, y los del Pro Evolution Soccer en particular. Al menos, mientras en ese lugar se pudiese tejer un fútbol inimaginable. Un fútbol de combinación, de movimiento constante y veloz del balón y los jugadores, de mucha calidad individual y, sobre todo, colectiva. Así ha sido siempre y por ello, el hecho de que en esta edición se hayan perdido la mitad de las licencias de la liga española, no tiene porqué verse como un paso atrás. El problema es que cuando la jugabilidad no acompaña del todo, el usuario no encuentra consuelo ni en el escudo de su equipo del alma.
Teniendo en cuenta que la saga alcanzó su cúlmen -y casi la perfección- con el PES 5, todas sus secuelas han sido distintas y, a la vez, difícilmente mejores en su conjunto. Es por ello que, tras la llegada del Pro Evolution a las consolas de la nueva generación con la anterior entrega, se esperase una auténtica revolución jugable y gráfica para la edición de 2009. No lo ha sido, y mientras se han incluido algunas pocas animaciones o cambios en los controles, se han mantenido en su mayoría los mismos de hace tres años, con lo que a los acérrimos de la saga no será raro que les duela la vista o sufran un déjà vu al jugarlo.