Son muchos los cambios que vamos a encontrarnos en esta entrega de MotoGp, sobre todo por el estilo de conducción que se aleja del marcado acento arcade que Namco uso magistralmente durante el reinado de Playstation 2 en el mercado.
Comenzando por las novedades, resulta gratificante disponer por fin de todas las categorías de competición, 125 cc, 250 y las potentes máquinas de 800 cc, eliminando una falta que arrastraban todos los lanzados anteriormente. La jugabilidad y el control que Millestone imprime en sus juegos va más en pos de la simulación, y sin llegar a resultar un juego realista o tremendamente exigente como fue en su época Gp 500 sí trata de exigir al jugador mayor dedicación y esfuerzo a la hora de trazar las curvas.
Tras su primera incursión, bastante decente, en Playstation2, vamos a tratar de analizar ahora como se han adaptado al trabajo en las consolas de nueva generación. En ese sentido MotoGp 08 es un título diseñado para gustar a todos los amantes de las dos ruedas, ya que sus opciones permiten personalizar totalmente el desafío al que vamos a enfrentarnos. Para empezar disponemos de una especie de prueba donde la cpu estudiará nuestra forma de pilotar, tras lo cual nos aconsejará un nivel de dificultad adecuado a nuestros resultados (algo que podremos cambiar sin problemas en el menú principal). No solo dependerá de la dificultad, sino también del modo de pilotaje (arcade, avanzado y simulación) o de la IA, parámetros que se podrán regular para llegar a todos los jugadores. Las diferencias son claramente apreciables, siendo sencillo en extremo en el modo arcade y bastante exigente en simulación. Probablemente el modo avanzado sea el término medio elegido por los jugadores que busquen un poco de exigencia sin llegar a la dedicación o destreza que exige el modo simulación, donde tendremos que controlar perfectamente las frenadas o el momento de dar gas en la salida de las curvas.
La personalización de la mecánica se queda un poco en la superficie, algo que pueden echar de menos los puristas que traten de retocar cada detalle para mejorar el rendimiento. Uno de los grandes problemas de los MotoGP realizados por Climax, viejos rivales que ya no están en liza, era la inteligencia artificial de sus pilotos, auténticos kamikazes que se limitaban a seguir su trayectoria ideal sin importarles quien estuviera por delante. Cuando eso ocurría en los modos más altos de dificultad y era nuestro piloto el afectado el cabreo podía llegar a ser impresionante. Por eso mismo se agradece una mejora que podemos ver en este apartado, disfrutando de unos pilotos que reaccionan de forma más natural cuando adelantan, tratan de no impactar contra nosotros, usan los rebufos, etc... aunque todavía es palpable que es un campo en el que se puede mejorar los resultados.
De entre los modos de juego disponibles, probablemente trayectoria sea el más interesante, empezando a labrar nuestra fama como pilotos desde las categorías inferiores para tratar de ir ascendiendo encontrando nuevos equipos para dar el salto y continuar nuestro camino hacia el título de MotoGP. Gráficamente, lo primero que llama la atención es la calidad y el cuidado puesto en la representación de pilotos, destacando el modelado y lo detallado de las texturas en el diseño de sus monos y cascos. Las animaciones son buenas en términos generales, exceptuando los momentos en los que sufrimos una caída ya que no resultan para nada reales, quedando como un punto bastante mejorable. Las auténticas protagonistas, las motos, disfrutan así mismo de un elevado nivel de detalle, diferenciándose perfectamente las diferentes marcas así como el volumen o el diseño de cada cilindrada, algo de lo que disfrutaremos en la exhibición de las repeticiones.