Recientemente anunciábamos cómo varias desarrolladoras han venido pronunciándose sobre la necesidad de hardware a precio más competitivo, algo que no hacen fijándose en la Wii de Nintendo ni en la Xbox 360 precisamente: todas las miradas apuntan a Playstation 3, y su precio desorbitado para tiempos de crisis.
En EEUU el tema ha cobrado especial repercusión puesto que algunos analistas incluso se aventuraron a dar plazos y precios, errando estrepitosamente. Nada más lejos de sus pronósticos, y en un país que contempla una tasa del paro superior al 8% y creciendo (por más que muy alejada de la nuestra y con salarios tampoco equiparables), los 400 dólares que cuesta una consola que se bate directamente con una Xbox 360 más competitiva, suenan a broma.
Pero en Sony las cosas tampoco están claras. Si las únicas rebajas hasta la fecha han sido posibles anulando la retroemulación, los cambios en la producción para reducir costes sólo habrían logrado paliar las pérdidas: se habla de que por cada consola se siguen perdiendo en torno a 50 dólares (ya que sus costes de producción estarían cifrados en 448,73). Una realidad que contrasta con todas las demandas de rebaja, que piden una mínima de 100 dólares.
A pesar de tan malos augurios, las miradas vuelven a fijarse en la convención de desarrolladores de este 2009 en San Francisco, donde se espera algún incentivo para que la tercera Playstation no siga dependiendo de Killzone y escasas exclusivas más para arrastrar a usuarios en tiempos especialmente difíciles.