Los profetas de las nuevas vías de negocio no han resultado del todo útiles a la industria discográfica: ni las descargas vía móvil, ni la venta digital por internet han supuesto una verdadera forma de contrarrestar la debacle de la venta física de discos. A tenor de las cifras que maneja el informe publicado por Futuresource Consulting, su negocio acabará siendo "marginal", teniendo en cuenta las ventas actuales y el declive que éstas confirman en sus últimos ejercicios. Probablamente agravada por la coyuntura económica mundial, las más recientes confirmaban la brusca caída y la escasa forma de contrarrestarlo con la explotación digital. Las discográficas, que viven el peor momento de su historia, seguirían pues profundizando en su agonía.
El mismo informe, habla curiosamente de que en el sector del ocio el Blu Ray tiene cosas que decir hasta el 2012, a pesar de que las ventas no hayan terminado de despegar y de que muchos analistas hablen del final de los soportes, de cómo el DVD no parece necesitar un sustituto natural. Frente a ello, en Futuresource se afirma que la apuesta por la televisión de alta definición y el parque existente en Europa favorecerá su auge.
Siguiendo con el cine, también hace balance negativo de las ventas digitales: un incremento inferior al de la música, con youtube como forma primordial de ver contenidos on-line, con la piratería como derecho auto-otorgado por los internautas que repletos de dignos argumentos están esquilmando las cifras de la industria.
Y donde llegan los buenos resultados, al menos en apariencia, es en el videojuego. El periodo pronosticado (el mencionado 2012) habla de fortalecimiento del sector y sin demasiados riesgos vuelve a citar el papel de Nintendo y su aproximación al público casual como factor clave. A pesar de ello el informe no hace referencia alguna a un hecho que hemos constatado desde esta sección en los últimos meses: la caída de ventas en los productos de segunda línea, que hace que mientras los títulos destacados sean best-sellers, los siguientes en la lista se encuentren excesivamente distanciados, en muchos casos sin cubrir costes en lo que impide una localización a idiomas como el nuestro y que se apueste por títulos más originales (y se prefiera en su lugar la sobreexplotación de sagas).