La compañía que se batía con Nintendo por ser líder en el mercado del videojuego a principios de los 90, simple desarrolladora de software en la actualidad, pierde a su presidente. Y no de cualquier manera: Simon Jeffery se va para ocupar un puesto en Ngmoco, compañía que a muchos dirá más bien poco, pero que es una de las principales desarrolladoras de software para el iPhone.
La noticia tiene una relevancia más allá de lo anecdótico y nostálgico que pueda resultar para los seguidores de Sega. Es el síntoma de los nuevos tiempos y tendencias que el terminal de Apple parece liderar, encabezando un mercado en donde todos han caído hasta la fecha, y en el que desde la N-Gage de Sega hasta los juegos java parecían caminar sin orden ni concierto.
A ésta noticia habría que unir además dos datos importantes: uno el que se refiere al potencial de desarrollo para el nuevo iPhone recién presentado. Según muchos analistas, éste no tendría problema para batir técnicamente -y de forma holgada- a la PSP. Su único pero, que éste software le sacaría rendimiento a costa de compatibilidad con los anteriores iPhone. Lo segundo, que ésta situación en que los de Cupertino han logrado posicionar a su móvil en un lugar privilegiado, es así a pesar de que las exclusivas y las afiladas garras de las compañías de telefonía (en España de hecho Telefónica ha impuesto oscurantismo y misterio a las tarifas de la nueva versión) que no permiten una fácil adquisición del mismo. Pero las ventajas del Applestore, la forma en que se rentabiliza cualquier desarrollo y la comodidad para los usuarios van haciendo camino. Por lo que no es de extrañar que sigan escuchándose voces mencionando la posibilidad de que PSP Go tenga posibilidades telefónicas en breve, y que Nintendo termine presentando algún prototipo para competir en ese segmento.