Si lo tuyo son las aventuras gráficas acaba de aterrizar en las tiendas la segunda parte de Secret Files, un juego que en su primera parte tuvo un éxito suficiente para asegurar su continuidad. Con él queda claro por qué fue tan bien recibido.
Además de manejar a Nina, a lo largo de nuestro viaje por diversos lugares de la geografía la historia se irá entrecruzando con la de otros personajes jugables, como el ex de la susodicha o el obispo que manejamos en el prólogo descrito. Estos cambios de lugar suelen sucederse en los momentos de mayor tensión, cuando estamos más metidos en la trama, con lo que nos dejará con la intriga durante un buen rato. No podían faltar los tramos en que nos tocará resolver puzles un tanto incoherentes, poco intuitivos e incluso a veces da la sensación de ser un poco forzados. Ahí es cuando pueden entrar ganas de abandonar, pero si logramos combinar esos elementos que no sabemos bien cómo utilizar, seguramente llegará otra escena interesante que nos hará recuperar la ilusión por continuar.
Para hacer un poco más dinámico el planteamiento, se ha incluido alguna que otra ayuda en forma de pistas. Por un lado, si miramos la escena pero creemos que nos falta algo por mirar, hay un botón que nos muestra todos los puntos interactivos con iconos durante unos segundos. Por otro está el diario, donde aparte de ponernos los últimos acontecimientos, si pasamos la página podremos ver alguna que otra pista que nos guiará un poco hacia el camino correcto. Estas pistas no son totalmente claras, pero sí que nos ayudan bastante en la mayor parte de los casos.
La opción de poder ver los iconos en los lugares interactivos fue un punto de polémica en la primera entrega, pero de la misma forma que a los más puritanos del género no les hizo ninguna gracia su inclusión, también hubo mucha gente a su favor, haciendo que al final haya vuelto a aparecer en esta secuela como forma de agilizar las cosas.
Gráficamente no se puede decir que tenga un gran detalle. Aprovecha el motor gráfico de su antecesor, con alguna que otra mejora, pero tampoco es algo reprochable. Además eso hace que con casi cualquier PC podamos disfrutar de las peripecias de Nina Kalenkov y compañía debido a sus bajos requisitos mínimos. Y en cuestión de sonido, tiene un doblaje al castellano bastante acertado, además de un nivel sonoro que no desentona en general con el conjunto.
En resumen, Puritas Cordis es más de lo mismo que vimos en Secret Files: Tunguska con alguna mejora, así que es una apuesta segura para todos aquellos que disfrutaron de éste último. Y si se perdieron el anterior, este también es una opción recomendable que se hace bastante entretenido, pese a tener algún que otro altibajo en su desarrollo.