Según diversos analistas, la opción de juego con que OnLive revolucionó el sector del videojuego, marca un camino inevitable. Es decir, antes o después cualquier televisor permitirá acceder a un sistema de pago por videojuego sin necesidad de contar con la consola, cuyo hardware se encontraría en un punto remoto y al que manejaríamos con nuestro mando enviando las señales por internet.
Quienes probaron en su momento el sistema se sorprendieron por la capacidad de respuesta y la calidad de un planteamiento al que sólo le hacía falta contar con el respaldo de compañías y conexiones de internet de alto nivel generalizadas. Lo primero parecía garantizado, cuando diversas compañías de renombre abrazaron la iniciativa prometiendo títulos de su catálogo; lo segundo era cuestión de tiempo.
No obstante, ese tiempo podía ser vital, y parece que ha corrido en su contra. Porque la compañía isarelí de cable Hot ya se ha lanzado a ofertar algo demasiado similar con la Xbox 360 y Playstation 3 como reclamo. Es así como, en sus propias palabras, ofertan "el único sistema desplegado en directo disponible actualmente en el mundo". Y sin necesidad de jubilar a las consolas del momento, simplemente remplazándolas por un pequeño periférico y una suerte de navegador adaptado.
Sin detallar catálogo y sin hacer mención alguna al soporte PC o a Wii (que por su particular interfaz impondría un sistema más complejo), los accionistas de OnLive deben estar viendo el anuncio como una seria amenaza. Porque no basta con tener la idea, anunciarla y generar expectación: la ejecución y rapidez para hacerse con una posición en el mercado resulta igual de determinante.