En una época donde los videojuegos de Rally no parecen ya estár de moda, Codemasters nos ofrece "su versión" un tanto salvaje y renovada de su franquicia de conducción más conocida.
Desde que el primer Colin derrapara por los circuitos de Playstation en 1998, todo ha cambiado y evolucionado enormemente, permitiendo que la potencia de la actual generación de consolas ofrezca un realismo en la imagen que hace años parecía inalcanzable.
Hace dos años Codemasters ya mostró el nuevo camino que iba a seguir la serie con la primera entrega de Dirt, presentando a bombo y platillo el motor gráfico Ego, al tiempo que potenciaba el espectáculo frente al realismo o el acercamiento a la simulación de la que hacían gala los “Colin McRae” hasta la entrega del 2005.
Dirt fue un primer paso, haciendo gala de diferentes disciplinas, carreras de muchas categorías distintas, buggies, camiones, algo de WRC... en definitiva un sabroso y espectacular cóctel que si bien rompía con la filosofía de la saga (la lucha contra el crono) ofrecía una visión más salvaje, variada y todo hay que decirlo, mucho más arcade y accesible para el público en general.
Los tipos de carrera serán “Trailblazer”, “Rally Cross”, “LandRush”, “Rally” o Raid, así como varias disciplinas especiales. Cada uno de estos modos nos ofrecerá sobre todo carreas off-road a lo largo de todo el mundo, con situaciones excepcionales como correr por una pista al borde de un acantilado disponible en Trailblazer o el rallycross en Tokio, con una pista 50% barro y 50 % asfalto, por nombrar algunas de las pruebas más atractivas, sin olvidarnos de las carreras en circuitos cerrados, donde los saltos y cruces entre vehículos estarán a la orden del día.
Visualmente se ha buscado integrar las carreras en entornos que favorecen el espectáculo, lo que nos permitirá apreciar bellos paisajes como los de Marruecos, la sensación de velocidad bajando una colina en los Estados Unidos o el vértigo en los acantilados, una excusa más para deleitarse con unas repeticiones que permitirán disfrutar con calma las evidentes mejoras gráficas en las texturas, modelado e iluminación en los escenarios.
La versión a la que hemos tenido acceso muestra un acabado realmente pulido, con un control totalmente personalizable y un nivel de dificultad a elegir entre nada menos que 6 posibilidades (desde fácil a salvaje), por lo que nadie podrá decir que no ha llegado a la meta. El doble filo estará en la recompensa final, a mayor riesgo mayor será el premio recibido, toda una invitación para jugar una y otra vez, y otra vez y una vez más hasta conseguir mejorar nuestro resultado. Ya con la versión final en nuestras manos comprobaremos la fidelidad de las reacciones utilizando el volante frente al pad, la cantidad de circuitos disponibles o como de fiel al campeonato resulta la modalidad de Rally puro y duro, el alma de la saga y gracias a la cual Colin Mcrae y Codemasters lograron convertirse en un dúo de leyenda.
El juego en línea, ya un imprescindible en esta generación estará integrado a la perfección, con una búsqueda óptima de partidas y una total ausencia de lag en carreras con hasta 8 jugadores simultáneos. Cuesta esperar hasta el 11 de Septiembre a que la versión final salga a la venta para disfrutar de todos sus modos de juego, vehículos, destrozos o para humillar a nuestros amigos jugando en red, pero al menos todos los usuarios estarán contentos esta vez ya que podrán comprarlo los poseedores de Wii, Nds, PSP, PS3, Xbox360 y PC