Rios y Salem llegan hasta Shangai para realizar una de sus misiones, aparentemente no demasiado complicada o difícil para dos tipos curtidos en mil batallas. Resulta curioso comprobar cómo la coincidencia ha querido que Shangai se vea destruida y arrasada en dos títulos con pocos meses de diferencia entre sus lanzamientos, ya que dentro de poco tiempo Kane & Lynch volverán allí con intención de repartir plomo por toda la ciudad. Eso sí, a diferencia de estos dos sangujinaros personajes, Rios y Salem siguen siendo dos mercenarios macarras y bromistas, una personalidad aún más acentuada en esta entrega y reforzada por los comentarios constantes que realizan sus protagonistas.
De nuevo Army Of Two pone casi todo su peso jugable en la potenciación del juego cooperativo, diseñando todo el conjunto de niveles y situaciones para que siempre tengamos algo que hacer mientras nuestro compañero se mueve por otro lado. Este dato no quiere decir que Army Of Two no funcione como un título para 1 jugador. De hecho parece bastante evidente la mejora en la inteligencia artificial de nuestro compañero (podemos escoger cualquiera de los 2 antes de continuar nuestra partida) respondiendo de forma eficaz a nuestras órdenes. La única pega real en este aspecto es su poca variedad, limitándose a avanzar, seguimiento, mantener la posición o realizar fuego de cobertura, atrayendo así la atención de los enemigos para dejarnos tiempo y realizar un ataque por el flanco. Nuevamente se utiliza el sistema Agro, un medidor de agresividad que consigue en atraer la atención del enemigo disparando de forma constante mientras el otro jugador pasa más desapercibido, el fuego de cobertura de siempre con un nombre más “cool”.
Cooperar a través de internet es casi la piedra angular de la diversión de Army Of Two, más que por ofrecer una jugabilidad distinta a la del modo de un jugador, por permitir una mayor coordinación a la hora de acabar con los enemigos más duros. Estos enemigos, lo que podríamos considerar como una especie de jefes intermedios, suelen presentar un punto débil (generalmente en su parte de atrás) y una excepcional potencia de fuego, siendo más sencillo vencerlos si planeamos una estrategia con un compañero humano. En cualquier caso, ya sea en solitario o con un compañero on-line, Army of Two se muestra como divertido shooter en tercera persona donde avanzar de modo directo y sin demasiadas complicaciones será la tónica habitual a lo largo de las 7 misiones que contiene.
Algunas situaciones nos sacarán de la monotonía, como son las decisiones morales o las situaciones de riesgo con rehenes. En ciertos puntos de cada nivel se nos presentará la oportunidad de sacar beneficio de forma un tanto violenta o deshonrosa, teniendo la opción de evitar la tentación ganando puntos de “buen chico” o de tomar lo que nos venga en gana sin importar quien sufre las consecuencias. Dichas consecuencias se verán reflejadas en unas historietas en forma de viñeta que nos mostrará lo que ha ocurrido en función de nuestros actos, no deja de ser una curiosidad que no influye demasiado en la campaña pero se agradece su inclusión.
Por otro lado, las situaciones con rehenes no han sido del todo bien resueltas. En general se trata de varios hombres amenazando civiles, por lo que si conseguimos sujetar al enemigo que esté al mando, conseguiremos la rendición de los demás y de paso salvar a los civiles. El problema es que son situaciones donde hay que tomar la decisión en unos segundos, siendo complicado analizar la situación y realizar las acciones correspondientes, debido a un control no demasiado intuitivo y fiable para estas situaciones, lo que suele terminar en más ocasiones de las debidas con la muerte de los rehenes.
Más allá del cooperativo, los otros modos multi-jugador (Enfrentamiento Cooperativo, Control y Zona Bélica ) no son especialmente divertidos, a la par que un tanto escasos en cuanto a mapas se refiere (6) sin prejuicio de que en un futuro se puedan ampliar mediante contenido descargable. Así nos llegará el modo extracción, una especie de juego de supervivencia similar al modo horda en Gears Of War2, donde tendremos que intentar sobrevivir a los ataques de sucesivas oleadas enemigas. No es el primer título en incluir modos on-line más o menos anecdóticos en los que al cabo de pocos meses cuesta encontrar gente para jugar. Quizá sería más interesante haber dedicado esos recursos a potenciar la campaña, cuya duración se nos antoja demasiado escasa.
La recreación de Shangai se produce en medio de una destrucción sin precedentes, edificios derrumbándose por completo, aviones estrellándose... el caos en pantalla es casi constante. Todo esto a costa de ofrecer unos escenarios muy limitados en lo que a exploración se refiere, siendo un producto eminentemente “pasillero”. El nivel gráfico es aceptable, pero lejos de los top gráficos de la consola como Uncharted 2, sobre todo en el tema de texturas, presentando además algunas ralentizaciones ocasionales no demasiado justificables teniendo en cuenta lo que se muestra en pantalla.
La duración desde luego es un tanto escasa, por lo que resulta recomendable jugar en un nivel alto de dificultad. Aún así se echan de menos más niveles, ya que la dificultad jugando con un compañero humano influye bastante menos a la hora de la dureza en las misiones o enemigos.