¿Quién dijo que las segundas partes nunca fueron buenas? Probablamente todos y probablemente con mucho de razón. Pero como excepciones hay unas cuantas, Uncharted y Killzone son las candidatas ideales para romper la regla y convertirse en referencia de los creadores de nuevos juegos.
Así lo reconoce Stig Asmussen, que barre para casa al centrar su inspiración en las vacas sagradas de Playstation 3. Aún así es fácil entender su elección: Killzone 2 es un símbolo en cuanto al potencial técnico de la consola desde el primer día, cuando Sony optó -en una jugada polémica- por mostrar vídeos de su "desarrollo" para promocionar la consola que estaba produciendo. Por su parte, el concepto de aventura de Uncharted 2 y su admirable ejecución lo han convertido en uno de los títulos más admirados del pasado año y con unas cifras de venta más que contundentes.
"Nos sentíamos realmente presionados con el aspecto visual de God Of War 3 hasta el pasado E3. Habíamos hecho nuestra presentación que nos había dejado muy satisfechos. Entonces vimos cómo juegos como Uncharted y Killzone habían subido el listón y supimos que teníamos que hacer algo para que la gente hablara de la misma manera. Está claro que es un juego diferente, pero al final hemos logrado estar satisfechos", explicaba al respecto Asmussen con elocuencia. Si se cumple lo que advierten muchos analistas que han tenido ocasión de probar el juego, eso mismo sucederá en próximos desarrollos pero a la inversa: God Of War 3 será la referencia, el resto intentos de alcanzar su nivel técnico o incluso llevarlo un paso más allá.