Neill Blomkamp y Drew Karpyshyn han coincidido en el tiempo a la hora de presentarse voluntarios como director y asesor de Halo y Mass Effect respectivamente. El primero, que se había ganado un nombre por sus cortos sobre el universo de Halo y que en 2009 había afirmado que no estaría implicado en un traslado a cine ni aunque se lo ofrecieran, parece haber cambiado de opinión, si bien con matices: "todavía amo el universo y la mitología de Halo, si pudiera tener el control, sí adoraría hacer la película", explica Blomkamp. El problema es que "cuando algo preexiste, está mi idea contra la de 150 personas que también interpretan esa propiedad intelectual", matiza. En todo caso, el principal problema es que tras el paso atrás de la Fox y Universal, no parece que haya Halo en camino, por más que él se presente candidato.
En cuanto a Drew Karpyshyn, lo suyo con Mass Effect es muy distinto. Escritor de la primera parte del juego y parte de la segunda, lo que Karpyshyn hace es dar consejos sobre qué debería hacer Hollywood en un traslado al cine de la saga, y de paso da su opinión sobre lo que suponen estas conversiones: "coger un videojuego y llevarlo a otro formato es complicado, más si es un juego de Bioware, con más de 30 horas de historia; obviamente hay que definir a Shepard, algo que irritará a muchos fans y es inevitable. Debes morder esa bala y saber que va a suceder".
"Pero una cosa que tienes que hacer", prosigue, "es comprimirlo todo, aunque a los fans les duela oírlo hay que quitar personajes, no puedes decir lo mismo que en el videojuego en dos horas de película; algunos aparecerán como cameos".
A su modo de ver, estos defectos son algo en lo que Hollywood incurre con frecuencia para tratar de evitar molestar a nadie, pero es inevitable tomar decisiones firmes.