Las noticias no dejan de sucederse a propósito del interés de Apple en el mercado del videojuego. Probablemente porque sea uno de los escasos fracasos de su historia, materializado en aquella Pippin con la que naufragaron en la época en que Atari Jaguar o la CD32 de Amiga también demostraban que no había mercado para tantas consolas. Pero ahora sí se sienten capaces de tener un papel importante en la función, aunque para ello deban eliminar a alguno de los contendientes.
La cuestión es que si dos días atrás nos hacíamos eco de la patente para mejorar el controvertido tema de los controles, en la conferencia en que Steve Jobs presentó algunas de las novedades para su terminal móvil (y en que ha tenido especial repercusión el manido tema de la multitarea), Game Center salió a la palestra como una pieza clave de su estrategia.
Para simplificar el mensaje, lo que Apple quiere ahora es una variante de X-box Live/Playstation Network para su sistema. Algo que permita 'socializar' la experiencia de juego compitiendo o intercambiando resultados con los contactos del jugador, valiéndose para ello de la conexión propia del iPhone y de su amplia comunidad de usuarios. Con este paso y si efectivamente se mejoran los controles, las cosas pintan muy bien para la gente de Cupertino.