Ha sucedido con cualquier forma de entretenimiento, incluyendo por tanto cine, televisión, libros o cómics: en algún punto de su evolución, hay quien ha querido culpar a uno o varios de su negativa influencia en la sociedad, del posible daño que hacían a la educación de los más jóvenes.
El videojuego ha estado recientemente en el centro de la polémica con situaciones tan absurdas como encontrarnos a la Asociación Nacional del Rifle americana culpándolo de las muertes que psicópatas armados causaban. Curiosamente, otros datos hablan de cómo desde la generación Playstation en EEUU las cifras de violencia entre adolescentes descendieron sustancialmente, principalmente porque muchos pasaron a estar más tiempo en casa atendiendo a los videojuegos.
No obstante, el dato que ahora nos ocupa se refiere a una reciente encuesta realizada en el Reino Unido por YouGov, donde se percibe un claro cambio de tendencia: la cifra de quienes veían un posible peligro por su influencia había bajado hasta el 61%, con un 57% considerando que, incluso en el caso se que así fuera, sí tiene una función para el desahogo de la violencia frente a la pantalla.
Pese a que el porcentaje en contra sigue siendo alto, hay una reducción y en ella tiene mucho que ver un importante dato: gran parte de los que ven el peligro son usuarios que no juegan a los videojuegos, un grupo que se reduce progresivamente y con ello el grupo de los que los relacionan con la violencia.