En Valve podrán seguir soñando con revoluciones, en Microsoft cambiar buscando pulir el sistema, en Wii U incluso poner pantallas de grandes dimensiones... nada afecta a Sony, que percibe el diseño clásico de Dualshock -evolucionado eso sí ligeramente-, como la mejor forma de jugar a los videojuegos. ¿Por qué? Por cuestiones prácticas, nunca mejor dicho.
"Hemos hecho y probado una cantidad ridícula de controladores, hemos tenido a mucha gente jugando con ellos", explica Mark Cerny, del equipo de diseño de Sony, en una entrevista a IGN. Además, apuntaron a un género tan controvertido para los controladores -e importante a nivel de audiencia- como los shooter para asegurarse que la mejor opción estaba clara: "enviamos nuestro controlador a los principales desarrolladores de FPS, miramos a los títulos con más ventas, si había gente con la que podíamos hablar, les mandábamos el repertorio de mandos y les preguntábamos por cosas como la concavidad, convexidad, la presión de los gatillos, su ubicación, precisión...".
De esta forma, el mando finalmente elegido no les deja dudas: es el que más les gusta a ellos y el que ha pasado todas sus pruebas. Veremos si los consumidores piensan lo mismo... hasta ahora no les ha ido mal con ellos.