Turno para la Universidad de Oxford: un estudio allí realizado por Dr. Andrew Przybylski demuestra que quienes o nunca han jugado al videojuego, o prácticamente nunca lo han hecho, son 3,5 veces más detractores del videojuego y ven más clara la relación entre ellos y la violencia.
Para el estudio, se encuestaron telefónicamente a 2504 personas que se entendía eran representativas de las distintas capas sociales. Los jóvenes entre 18 y 24 años tenían hasta seis veces más posibilidades de haber jugado a videojuegos que los mayores de 65 (para lo cual en principio no hace falta demasiado estudio universitario...).
Recientemente GameRant publicó una encuesta británica que iba en una línea parecida, y en que a más edad más opciones se veían para vincular ser aficionado a los videojuegos y protagonizar alguna escena de violencia real. De igual forma, quienes no jugaban nunca o prácticamente nunca lo veían más posible que quienes eran jugadores habituales.