A priori los usuarios de una consola tienen más opciones de seguir con la sucesora de la misma marca que irse a la competencia. No es una regla de oro, y en saltos generacionales como el que llevó de las 16 bits de Super Nintendo y MegaDrive a Playstation y compañía, o de la generación de Playstation 2 a la de Xbox 360, hemos visto momentos en que las barreras parecían quebrarse: fieles de Nintendo pasaron a Sony, de Sony a Microsoft respectivamente.
Ahora bien, lo normal es tratar de ofertar el mejor producto y el mejor catálogo, y esperar. La idea de buscar a los usuarios de la consola de la competencia y ofertarles directamente dinero por sus consolas, es nueva.
Lógicamente, la oferta de 100 dólares que Microsoft ha lanzado a los propietarios de Playstation 3 por su consola, no es en efectivo: es en un descuento para su flamante Xbox One. Algo que puede hacer tentador el cambio… salvo que el interesado tenga en cuenta que Playstation 4 ya cuesta de hecho 100 dólares menos, y no esté demasiado interesado en cambiar de bando.
La oferta, cuyas limitaciones son que la consola funcione y que la adquisición se haga en puntos de venta de Microsoft (por otro lado no está claro que llegue a países como el nuestro), también se extiende a Xbox 360 por más que no sea lo más publicitado del anuncio. Veremos si la operación funciona y se producen las deserciones…