Pese a que conviene no encariñarse de ningún personaje de The Walking Dead, Norman Reedus mantiene inalterable su cuota de protagonismo. Algo en lo que ha tenido mucho que ver la evolución de su personaje: de hosco y peligroso, pronto comenzó a distanciarse de su problemático hermano Merle, sus habilidades en la lucha lo convirtieron en un activo para el grupo y en alguien en quien confiar para las situaciones más tensas.
“La gente cree que soy así de hosco y que siempre estoy así de enfadado, pero soy prácticamente un minino; soy más del tipo blandengue, no me gusta la confrontación en ninguna de sus formas, ni siquiera ver cómo otros la tienen”, declara Reedus al New York Post.
“Recibo numerosas cartas de los fans que dicen cosas tipo: córtate el pelo, lávatelo… me hace pensar ‘hey, es un apocalipsis zombie, no es una serie de abogados’”, añade divertido a propósito de su relación con los fans.
Sobre los vínculos de su personaje con Carol, explica que “ambos son personas muy dañadas, pero no lo sé, mi personaje no se ha vinculado con nadie por el momento; es el fin del mundo y supongo que encuentras el amor donde puedes”. A partir de ahí habla de su situación personal: “soy bastante soltero en todas las áreas, soy como la extraña ancianita de los gatos”, si bien recuerda que comparte un hijo de 14 años con la modelo Helena Christensen, con quien estuvo relacionado entre 1998 y 2003 y sobre la que sigue hablando de forma positiva: “es una chica genial, es muy lista y nos reímos de las mismas estupideces”.
Sobre su hijo, se da la curiosidad que él recibió la primera copia del videojuego publicado de The Walking Dead. Falta saber si se refiere a la aventura gráfica de Telltale Games o al shooter publicado por Activision y centrado en el protagonismo de los hermanos Dixon (opción por tanto que parece más lógica). En este último caso, no fue precisamente un buen regalo...