El retraso de Watch Dogs fue un golpe, el de Driveclub otro incluso más sorprendente. No solo porque su proximidad con Sony lo hacía aparecer como un título hecho a medida de Playstation 4, o lo que es lo mismo, la forma de exhibirse en un género tan importante como el de la conducción a falta de un Gran Turismo (que tenía otros planes, vinculados a amortizar la amplia base de usuarios de Playstation 3).
La cuestión es que mientras con Watch Dogs ya hay fecha de salida y de él teníamos los suficientes datos como para entender la magnitud del juego y la causa de su retraso, con Driveclub todo es una incógnita. Sin nuevos plazos, sin más explicaciones que la búsqueda de una mayor calidad, todo hace pensar que el concepto mismo del juego, su falta de gancho, lo ha devuelto a la cocina y ahí anda perdido y sin rumbo.
Tratándose de un título sin recorrido previo y cuyo marketing limitado se vinculaba a la salida de Playstation 4, su futuro no parece ni mucho menos halagüeño. Incluso si se sigue dejando pasar el tiempo, lo poco que se había construido de marca Driveclub podría asociarse a la idea de un fiasco, algo que pondría las cosas más difíciles a sus desarrolladores si el juego no acaba siendo un producto digno (y que empeorará todavía más a medida que empiecen a llegar productos competitivos en el mismo género en próximas fechas). Por ahora Scott Rohde, jefe de desarrollo de Sony Worldwide Studios America solo dice que el juego está de vuelta a la mesa de desarrollo para mejorar su calidad, pero no hay fecha ni previsión siquiera. ¿Hablamos del primer gran fracaso de Playstation 4?