Keiji Inafune es el creador de una franquicia clásica, como Mega Man, y el productor de una moderna como Dead Rising. Lo cual equivale a muchos años en el sector, demasiados como para no poder apreciar su evolución y, en el caso concreto, inquietarse por ella.
"Cada año que presencio el E3, me doy cuenta que la cuota de productos japoneses parece ser más y más pequeña [...] Pienso para mi interior: si seguimos en esta tendencia, desapareceremos absolutamente".
La reflexión, que se enmarca dentro de una inquietud creciente para el mercado japones ante la creciente importancia de los desarrollos occidentales, aumenta además si se tiene en cuenta los malos resultados que compañías como en la que él trabaja -Capcom- han cosechado en sus intentos de externalizar algunos de sus desarrollos (Bionic Commando, Dark Void), todo buscando un punto de encuentro con mayores mercados.
En todo caso, Inafune reafirma su compromiso de luchar sin descanso para revertir la situación, algo que en lo que él se encuentra inmerso de manera concreta con la segunda parte de Dead Rising. La segunda franquicia de zombis de Capcom es uno de los títulos esperados dentro del catálogo de la compañía y él asegura que en su continuación será "más equilibrado", tratando así de acabar con los momentos frustrantes que su primera parte contenía a pesar de sus enormes cualidades. Matiza eso sí que eso no quiere decir que sea fácil, de hecho necesitaremos ayuda: "el jugador necesitará apoyo en red, da igual si es un amigo o un desconocido jugando en internet, porque las cosas van a ser verdaderamente difíciles".