Más de 500 juegos publicados en lo que llevamos de 2014. En 2013 se publicaron 480.
El récord es digno de mención -y de estudio-, y se une a otros hitos logrados en la historia reciente de la plataforma digital: los 5 millones de usuarios alcanzados en 2012 que al final de ese mismo año eran 7, merece un episodio propio.
La cifra de juegos publicados, no obstante, da para analizar un viejo temor muy presente en todos los sistemas digitales de distribución de juegos o apps, y según el cual unos pocos títulos venden mucho (una vez instalados en los primeros puestos de las clasificaciones), en tanto otros se vuelven prácticamente ilocalizables. Eso, por no hablar de que ante la falta de límites temporales en su distribución, la repercusión acumulada de todos los juegos de nombre cada vez pesa más para lograr algo de margen a proyectos menores (que, con algo más de atención, quizá se hubieran hecho con un hueco).
Aún así, en Steam el problema se ha paliado en cierta medida con el sistema Steam Greenlight, que desde 2012 permite realizar una campaña a los desarrolladores, y recibir votos a favor y en contra de los usuarios. Además cada cierto tiempo hay renovación, con lo cual se impide que los pesos pesados constituyan un lastre inevitable para el futuro.
El mando especialmente diseñado por Valve para las Steam Machine. |
Esta última medida, da buena cuenta de la naturaleza desarrolladora de Valve -artífice del sistema- y cómo su naturaleza de autores les lleva a preocuparse más por los títulos de lo que lo hacen otras plataformas meramente interesados en recaudar, sean justos o no. Y da importancia a otro tema: con este nivel de usuarios y aparente satisfacción, las Steam Machines (de las que recientemente hablábamos en este especial) tienen camino allanado para ver crecer su masa de potenciales compradores.
¿Estamos ante un sistema con posibilidades de suponer un verdadero cambio positivo tanto para los usuarios como para los desarrolladores?