Cumplido el preceptivo embargo, el pasado viernes publicábamos en esta web la crítica de Alien Isolation, el nuevo título a mayor gloria de la criatura que se hizo grande de la mano de Ridley Scott, que buscaba quitar el mal sabor de boca de anteriores acometidas mientras redirigía sus señas de identidad para apuntar a sus raíces.
Era fácil intuir que su propuesta sería acogida mejor o peor en función de cuánto comulgara el jugador en cuestión con la primera película de la saga. Esto porque con ese planteamiento tortuoso se vincula un título hecho para que el usuario se someta completamente a una criatura a la que debe evitar en todo momento.
Por esa circunstancia, la crítica se ha dividido entre el entusiasmo y el cansancio, tal y como se puede apreciar recopilando distintas opiniones: “Se intenta la tensión, pero acaba siendo víctima de una interminable repetición”, explican en GameSpot para endosarle un 6. Nota alejada del 9 de OXM (“Un único thriller de sigilo y terror”) o del 8 de Eurogamer (“Si buscas un juego que clave sus dientes en lo que hizo a su icónico monstruo permanecer, no busques más”), pero próxima a esos otros medios que contemplan con escepticismo la propuesta, al quitarle su elemento esencial: la tortura de huir del Alien (Escapist, con un 4,5; IGN con 5,9 sobre 10).
La tendencia, lejos de ser anecdótica al darse en unos pocos medios, se repite de forma unánime: mientras unos aprecian cualidades únicas al reproducir con fidelidad el clásico, otros se aburren por su permanente subrayado de esas mismas ideas.
En todo caso de unas y otras puntuaciones sí cabe extraer la conclusión descrita: los fans de Alien: el octavo pasajero que quieran pasar un mal rato esquivando a la bestia para salvar su pellejo tienen la ocasión con la que siempre habían soñado.