La historia de Gran Turismo es la historia de nunca acabar. Para los detractores, la de un juego condenado a una simple progresión visual en que obligarnos a rehacer una y otra vez lo mismo con ligeros pulidos. Para los fans, el mejor juego de conducción posible, inmerso en una competición consigo mismo para subir su calidad hasta cotas nunca vistas llevando al límite el potencial de las consolas.
La cuestión es que como se nos ha ido diciendo recientemente, el desarrollo ya estaba prácticamente finiquitado por lo que se descartaba un nuevo retraso en lo que ha sido una cansina constante que parece obedecer a la necesidad de incrementar la expectación con sucesivas fechas de publicación imposibles de cumplir. Y Kazunori Yamauchi, cabeza de Polyphony, confirma en una entrevista que no sólo está ya pendiente de copiado para que las unidades lleguen a las tiendas, sino que ellos ya están trabajando en Gran Turismo 6.
Por el camino, deja una de esas perlas que deben entender es positiva para el marketing, si bien no deja demasiado bien a la consola para la que se realiza. Tratándose de un grupo tan próximo a SCEE, puede parecer cuestionable, pero teniendo en cuenta que la hemos escuchado varias veces para entregas anteriores de Gran Turismo, afirmar que la consola se queda muy corta para lo que querían hacer, además del subidón de ego que debe darles a un grupo de programación que no tiene en cuenta que sus privilegios en la industria son del todo irreales, quiere obligar a la gente a pensar que estamos ante juego único.
"Lo hemos hecho lo más limpio y hermoso que ha sido posible dentro de los confines que teníamos, pero por supuesto hay mucho más que queríamos poner". Suena casi irritante, teniendo en cuenta el tiempo del que han dispuesto.