Las sorpresas son cosa del pasado. Adiós a las presentaciones de productos de los que nadie sabía o que cogían a la prensa con el pie cambiado. Se terminó lo de los redactores boquiabiertos.
Si Apple, una de las compañías con mejor tradición en el secretismo, se ha visto incapaz en los últimos lanzamientos de defender esa característica, no es de extrañar que otras marcas se vean incapaces de hacer lo propio. No en vano, los modelos de producción actual hacen que bien una de las compañías implicadas en la creación de una de las partes del producto, o uno de los desarrolladores que han de alimentarlo, acaben patinando.
Así, de la misma forma que sucedió con NGP (PSP2), algunos desarrolladores han hablado más de la cuenta en torno a la sucesión de Wii. Y ya se habla de que estudios como los de EA tienen entre sus manos el kit de desarrollo de la nueva consola de sobremesa, que con toda probabilidad no se llamará Wii, sino que hará uso de otra marca con similar gancho.
En cuanto a detalles jugosos, lo que se nos explica ahora versa sobre un tema tan trascendente como el controlador, clave esencial del éxito de Wii. Y así sabemos que será mucho más complicado, permitiendo que a la vez controle juegos y reciba 'streaming' de los propios juegos en el mando. ¿Qué quiere eso decir? Pues que en lugar de un mando convencional tendríamos uno con su propia pantalla. Algo que algunos han querido ver como algo similar a una portatil en la mano o más similar a un iPad. ¿Una forma para ir extendiendo mercado aparte de la propia 'Wii 2'? Con más datos, lo veremos con claridad. Por el momento en IGN han publicado su propia visión:
