Un billón de cálculos por segundo, la potencia de un "superordenador". Así están las cosas. Con semejante potencia no es de extrañar que se anuncie la calidad HDTV como estándar, ni los acompañamientos de varios canales de sonido o, puesto que ya se habían posicionado bien con X-BOX, la destacada importancia del juego on-line.
Lo que sí resulta más sorprendente en estos datos/declaraciones de intenciones (siempre a la espera de las primeras muestras en el próximo E3) es el énfasis puesto en la posibilidad de realizar "adquisiciones" a modo de personalización del juego: que el usuario pueda comprar (más para caja...) items, vehículos virtuales y todo tipo de suplementos que les ayuden/identifiquen en sus partidas. Se abre así una nueva forma de recaudación que servirá para dar más cuerpo al terreno cada vez menos "virtual".
Sony y Nintendo, preparadas
En esta ocasión las tres compañías supervivientes (recordemos que la próxima generación será la primera que no contará con Sega como desarrolladora de hard) han coincidido en su interés en ser las primeras. Todas han hecho declaraciones al respecto sobre sus intenciones de comenzar pisando fuerte, y por ello no es de extañar que en el E3 todas tengan algo que decir: Nintendo y su 'Revolution' (en que se especula que vuelvan a apostar por la originalidad como hicieron con Nintendo DS) y Sony con la que podría llamarse Ps3, para seguir con la ordinalidad de las secuelas.
Se da la circunstancia que estas dos últimas compañías fueron las protagonistas de la pasada feria con la presentación de sus portátiles, una recién llegada (Nintendo DS, en las tiendas desde hoy 10 de marzo a pesar de la oficialidad del día 12) y otra todavía con fecha de estreno y que ya ha logrado cifras de escándalo en Japón: la PSP de Sony.
Microsoft, que el pasado año aparcó los rumores sobre su incursión en el mundo portátil, podría contar con esa ventaja que se ha dado renunciando a ese mercado para volver a imponer su dominio. Lo cierto es que contra los pronósticos iniciales, a base de su empeño (y poderío económico) ha logrado situarse en una buena situación y a priori es Nintendo la que parte en desventaja.